Valerie Caraballo es madre de dos hijas y tiene una carrera de éxito en negocio de los bienes raíces, ella fue víctima de abuso sexual por parte de su medio hermano y decidió contar su historia para ayudar a las personas que, como ella, han pasado por una experiencia tan dolorosa para que sepan que es posible dejar de ser víctima y convertirse en sobreviviente.

A muy temprana edad, ella buscó su propio apartamento, se casó y siendo muy joven fue madre de dos niñas.

Por otra parte, los padres de Valerie, ambos son originarios de Puerto Rico y migraron a los Estados Unidos. Desde muy jóvenes estuvieron juntos y ya tenían otros hijos cuando, de manera inesperada, llegó Valerie. No obstante, ella solo vivió con una hermana mayor y un hermano menor. Posteriormente, conocería a su medio hermano, quien abusó de ella a temprana edad.

Su medio hermano perpetró el abuso sexual

El padre de Valerie era alcohólico funcional, razón por la cual falleció a causa de cirrosis cuando ella apenas tenía 8 años. Cuando él se enfermó, tanto Valerie como su madre y sus hermanos iban permanentemente al hospital y pasaban mucho tiempo allí, pues no tenían a alguien que los pudiera cuidar.

En ese momento, cuando Valerie tenía unos 6 años, su medio hermano adolescente llegó a vivir con ellos luego de quedar huérfano. Mientras su mamá trabajaba y acompañaba a su padre en el hospital, él cuidaba de ella y de su hermano menor.

Entre los recuerdos de Valerie, está una Navidad en la que su medio hermano le dio un regalo de la Sirenita, su dibujo animado preferido, para ella este obsequio ha significado la forma en que la preparaba para lo que vendría luego. Ella empezó a sentirse cómoda con él y pasaban mucho tiempo juntos a solas en la casa.

En un ambiente en el que había mucha incertidumbre por la enfermedad de su padre y en que no recibía mucha atención, su medio hermano le ofrecía muchísima atención y le daba obsequios. Ella recuerda que todo inició como un “juego” que no era muy obvio, pues incluso todo ocurría cuando su hermano menor estaba presente, pero él no tenía idea de lo que pasaba.

El abuso sexual inició como un “juego”

Uno de los juegos más frecuentes, era un juego de sábanas, donde él ponía un edredón o sábanas sobre ellos y, como era el más fuerte de todos, él las sostenía. Su hermano menor debía entrar, pero no podía hacerlo. En ese tiempo, aprovechaba para tocar de forma inapropiada a Valerie y para forzarla a que lo tocara a él. Ella no recuerda si él juego iba más lejos.

Otro de los juegos que el medio hermano de Valerie empleaba era con cartas, jugaba por mucho tiempo y ella, por ser muy competitiva, permanecía jugando hasta ganar, pero cuando todos se iban él aprovechaba. El lugar en el que él realizaba todos estos juegos era una habitación que requería cruzar un largo pasillo para poder llegar, por esa razón, aunque la puerta estuviera abierta, tenía tiempo suficiente para simular que no pasaba nada mientras alguien llegaba.

Pese a que no es normal que un adolescente desee pasar tanto tiempo con sus hermanos pequeños, nadie sospechó lo que estaba sucediendo. Todos pensaban que se trataba de un simple juego.

Fueron varias experiencias de abuso sexual

No solo fue la experiencia con su hermano, en su hogar. En varias ocasiones, Valerie fue víctima de abuso sexual. En su adolescencia, mientras estaba en un campamento de verano, el profesor invitó a varios estudiantes a pintar, porque estaban trabajando en una muestra de pintura que tendrían luego. Ningún otro compañero llegó y mientras ella pintaba, el profesor se acercó por detrás e intentó tocarla. Ella se sintió muy incómoda y decidió terminar la sesión de pintura y no compartió esta experiencia con nadie.

Posteriormente, en un restaurante, un tío suyo se acercó por detrás e intentó poner sus manos en la parte delantera del pantalón de Valerie. Pese a que ella sintió que se congelaba, tuvo el coraje de decirle que si no apartaba sus manos ella gritaría y todas las personas a su alrededor sabrían lo que estaba sucediendo. En ese momento, él simplemente desapareció.

Y aunque hubiera deseado haberle dicho a alguien lo que estaba pasando en ese momento, ella no pudo hacerlo, en gran medida porque sentía mucho miedo de los hechos que pudieran desencadenarse tras esta revelación. Ella tenía mucho miedo de que alguno de sus seres queridos resultara afectado si ella decía algo.

¿Cómo afectó esta experiencia la vida de Valerie?

Hoy que es madre, Valerie dice ser sobreprotectora con sus hijas, pues no desea que ellas deban pasar por lo mismo que ella, además ha querido brindarles el cuidado y la atención que ella no tuvo, y ha sido enfática con ellas en que si alguien intenta tocarlas deben contárselo.

Adicionalmente, porque ella no quería atraer la atención de ningún hombre, al empezar a desarrollarse ella se desconectó de cuerpo y dejó de cuidarlo, pues no quería atraer ningún tipo de atención de un hombre hacia ella. Sin embargo, ella dijo “No Más” y ha venido trabajando para recuperar la salud de su cuerpo y para sentirse libre, poder tener una mejor relación con la gente y para poder ser ella misma.

En el Movimiento #YoDigoNoMas sabemos de las consecuencias que puede causar el abuso sexual en la vida de las personas, por eso, brindamos herramientas para prevenir el abuso y para que los sobrevivientes puedan iniciar un proceso de sanación. Conoce más sobre nuestro Movimiento y súmate a nuestra causa.