Sandy Sola Sobreviviente de abuso
Los sobrevivientes de abuso sexual ahora tienen un espacio seguro para contar su historia Talk Show #YoDigoNoMas, el programa que alza la voz ante esta pandemia silenciosa. Todos los miércoles podrás ver un nuevo episodio a las 8 pm Ny.
“No sabía cómo decírselo a mi mami, no sabía cómo decírselo a mi papi, yo sentía que era mi culpa” Estas fueron las palabras que Sandy usó durante la entrevista con María Trusa para definir lo que sintió luego de ser abusada en repetidas ocasiones por familiares y personas conocidas. Desde los 4 años los adultos la usaron como objeto sexual, no la cuidaron y le ocasionaron impulsos suicidas, ella sentía que todo el dolor que estaba viviendo era su culpa y no tenía a quién contarle.
A los 12 años Sandy le confesó a María, su madre, que ella había sido abusada sexualmente desde los 4 años por miembros de su familia. Para María fue difícil entender lo que su hija le contó, pero aún así ella eligió creer en la palabra de Sandy y asesorarse con psicólogos y trabajadores sociales para apoyarla en el proceso.
La primera experiencia traumática empezó cuando el hermano de María, su tío de 20 años, aprovechó que María había salido del cuarto y rápidamente acostó a Sandy, le tapó la cara con una toalla y le hizo sexo oral. Sandy tenía tan solo 4 años, su cuerpo se inmovilizó y no entendía lo que pasaba, pero se sintió más confundida en el momento en que él le volvió a poner la ropa y actuó frente a María como si nada hubiese pasado.
Cuando una persona es víctima de abuso es normal que su cuerpo se paralice, esta reacción es una señal de alerta que envía el cerebro para intentar proteger la mayor cantidad de órganos posibles en una situación de peligro.
Estas actitudes también se perciben en los animales, se paralizan para persuadir a su agresor de que se los coma. En los humanos, esta reacción viene acompañada de una sensación de culpa y frustración, porque los sobrevivientes piensan que pudieron haber hecho algo más para defenderse.
En el caso de Sandy el abuso sexual no paró ahí, años más tarde otras personas abusaron de ella. En una ocasión entraron al cuarto de Sandy y la tocaron mientras ella dormía, esa vez en la oscuridad no pudo reconocer los rostros de los agresores, pero ellos la siguieron acechando y usando sexualmente como su objeto de diversión.
Sandy sentía que ella merecía todo lo que le estaba pasando, porque ella “tenía una marca que decía: tócame, viólame, haz lo que tu quieras porque no valgo nada”. A ella no le permitieron desarrollar una infancia feliz, desde pequeña le destruyeron la confianza, el respeto y el amor propio, realmente estaba cansada de vivir.
En la infancia, los niños deben ser protegidos por los adultos que están a su alrededor, pero según el SINC, en el 80% de los casos, los abusadores son familiares o personas conocidas. Esta cifra demuestra que el caso de Sandy no es un evento aislado, las personas que están más cerca de los niños son quienes les pueden hacer más daño.
Estas son algunas de las señales que se deben detectar cuando un menor está siendo víctima de abuso
- Preocupación excesiva por su seguridad
- Llanto y sensación de tristeza constante.
- Sentir que el cuerpo se paraliza
- Tener pesadillas frecuentes
- Dificultad para dormir, dormir poco y / o quedarse dormida en cualquier lugar
- Dificultad para concentrarse
- Saber sobre temas sexuales que no debería a su edad.
- Reprobar calificaciones o tener momentos difíciles en la escuela.
- Presentar dolores de estómago, de cabeza y calambres
- Pensar o llegar a hacerse daño.
- Experimentar con sustancias como drogas o alcohol
Acude a profesionales en salud mental o personas que te puedan orientar si reconoces estas señales en los menores que tienes a tu cargo.
No les des la espalda, los niños necesitan alguien en quien confiar. Si tienes una historia que quieras compartir sobre abuso sexual, los espacios del movimiento #YoDigoNoMas están a tu disposición. Tu voz nunca volverá a ser silenciada. Sube tu historia.