¿Qué es resiliencia y cuáles son sus tipos?
En ocasiones atribuimos muchos aspectos negativos a las situaciones adversas que nos presenta la vida, pareciera que no tienen nada bueno que aportarnos. Pero, si reflexionas detenidamente, la mayoría de las experiencias que calificas como negativas han dejado algo bueno en tu vida. De eso se trata la resiliencia, de poder adaptarnos para responder a las adversidades y encontrar en ellas aprendizajes.
No permitir que las situaciones retadoras nos desborden y poder fortalecernos para ser una mejor versión de nosotros mismos a partir de ellas, nos ayuda a tener una mejor respuesta frente a las situaciones que nos generan estrés y tener una mejor gestión de nuestras emociones, entre otros beneficios como son:
- Tener una mejor autoimagen.
- Criticarse menos a sí mismx.
- Ser más optimista.
- Afrontar de una mejor manera los retos.
- Tener mayor éxito.
- Tener relaciones más saludables.
- Tener menor predisposición a la depresión.
- Mayor tendencia para asumir riesgos.
- Mejor salud física y emocional.
Conoce los diferentes tipos de resiliencia y cómo puedes trabajar para fortalecer esta habilidad.
Tipos de resiliencia
Existen diferentes tipos de resiliencia. Encuentra a continuación algunos de ellos.
Psicológica: tiene que ver con la capacidad de adaptarse o resistir las adversidades. También es denominada fuerza mental. Esta es una habilidad que puede fortalecerse y suele afinarse con el tiempo y la experiencia.
Emocional: hace referencia a la capacidad de gestionar las emociones y los sentimientos en un contexto de trauma o frente a situaciones que generan estrés. En la medida en que hay un mayor control de las emociones, así mismo, hay una mayor resiliencia emocional. Este tipo de resiliencia suele impactar positivamente la salud física de las personas.
Física: se trata de la capacidad para recuperarse prontamente de enfermedades y accidentes.
Comunitaria: a diferencia de los tipos de resiliencia ya mencionados, éste no se refiere al individuo sino a un grupo o comunidad. Hace referencia a la capacidad de responder y adaptarse a situaciones como desastres naturales, situaciones de violencia, problemas económicos o conflictos.
Natural: tiene que ver con la resiliencia que naturalmente tiene una persona. Aunque hay personas que de por sí tienen más desarrollada esta habilidad, ésta puede trabajarse y fortalecerse.
Adaptativa: se activa cuando las circunstancias demandan de nosotros adaptación o cambio.
Aprendida: también es conocida como resiliencia entrenada y es el resultado de un aprendizaje intencional.
Como ves, la resiliencia puede ayudarte a tener una mejor actitud frente a la vida y puede convertirse en el combustible que te impulsará a dejar a atrás las dificultades y salir fortalecidx de ellas.
¿Cómo trabajar la resiliencia?
Como ya lo hemos mencionado, la resiliencia es una habilidad susceptible de ser entrenada durante la vida. Si quieres fortalecer esta capacidad, presta atención a los siguientes tips.
Ejercítate. La actividad física te ayuda a lidiar de una mejor manera con el estrés y el cansancio físico y mental.
Experimenta cosas nuevas. Afrontar nuevas experiencias o retos te permite explorar tus límites, salir de la zona de confort, aprender de los errores, manejar los conflictos y tolerar la frustración.
Trabaja en tu habilidad de resolver problemas. Muchas veces los problemas nos desbordan y no resulta sencillo encontrar soluciones para nuestros problemas. Crear un protocolo para afrontar las situaciones estresantes puede ayudarte a afrontar de una mejor manera los problemas.
No te olvides de ti. Cuidar de ti mismo te ayudará a estar en óptimas condiciones para afrontar las situaciones retadoras. No permitas que los problemas te desborden y que tus necesidades y deseos pasen a segundo plano.
Establece metas realistas. Una buena forma de entrenar tu resiliencia es establecer metas desafiantes y asequibles. Plantearse metas alejadas de la realidad solo generará frustración y estrés.
Incorporar la resiliencia a tu vida te ayudará a no asumir el rol de víctima y permanecer allí por siempre. A pesar de los momentos oscuros que puedas afrontar, tú tienes el poder de transformar tu vida y convertirte en creador.
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Una experiencia no te define
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