Por sus hijos, Paula decidió hablar y compartir su historia de abuso sexual

Por sus hijos, Paula decidió hablar y compartir su historia de abuso sexual

A la edad de tres años, la hija de Paula Ocampo presentaba un desorden sensorial y no permitía que nadie la abrazara o la tocará. Paula buscando ayudarla inició un proceso de certificación en coaching transpersonal y durante su primera tutoría al responder algunas preguntas se transportó en medio de recuerdos confusos que le permitieron recordar que a temprana edad fue víctima de abuso sexual.

En ese momento, ella pudo tener una imagen de un hombre abusando de ella a muy temprana edad. Pero, desafortunadamente, esta no sería la única experiencia de este tipo que ella viviría. Como mecanismo de defensa, su mente disoció esos recuerdos dolorosos y por eso ella solo conserva recuerdos muy vagos.

Olores, situaciones, lugares, entre otros, suelen llegar a la mente de Paula, pero no llegan recuerdos en los que todo esto se agrupe. No obstante, ella pudo establecer que las personas que abusaron sexualmente de ella fueron trabajadores de su padre.

Mientras su mamá pensaba que ella estaba jugando, los trabajadores de su padre aprovechaban para tocarla o agredirla de otras formas y por ser víctima de abuso sexual desde tan temprana edad, ella simplemente aprendió a callar, a ceder frente a las amenazas frecuentes de estas personas.

“Crecí con culpa”

Estas experiencias de abuso sexual, sin duda, marcaron la vida de Paula en todos los aspectos, quien afirma que creció con culpa. Ella sentía que, de algún modo, ella había atraído a sus agresores. Ella percibía que había hecho algo malo por eso era merecedora de que le pasara todo lo que vivió y esto se veía reflejado en su día a día, pues constantemente se culpaba y juzgaba cuando no lograba algo.

Así mismo, ella relata que creció pensando que el amor se obtenía al realizar buenas acciones y que el resultado de las malas acciones era vivir el abuso sexual y, por lo tanto, creó unos parámetros de perfección que eran imposibles de conseguir y  resultaron ser muy perjudiciales para su vida.

Todo esto, la condujo a tener muy baja autoestima y padecer trastornos de la conducta alimentaria. Pasó de la obesidad a la anorexia, sufrió muchas enfermedades y constantemente estaba en el hospital. “Mi cuerpo gritaba lo que mi alma callaba”, aseveró Paula.

“Yo ya no podría seguir así”

Por mucho tiempo, Paula estuvo sumida en una depresión muy profunda y no quería vivir más y cuando vio a su hija manifestando, de alguna manera, su trauma, ella decidió que esto tenía que detenerse, no quería que esto siguiera pasando de una generación a otra. Y tanto por ella, como por el amor que sentía por sus hijos decidió hablar.

Para ella no era suficiente con decir lo que le había pasado para sí misma, para ella fue necesario decírselo a todo el mundo y por eso decidió compartir su historia en su libro titulado “Vivir sin culpa” y ayudar a miles de personas, que pasan por la misma experiencia y se quedan en silencio, a entender que no son culpables de lo que les pasó.

Un día a la vez

Hoy, Paula se define como una persona plena y feliz, casada y con dos hijos, y que vive un día a la vez, pues el proceso de sanación del abuso sexual es un proceso diario. Y pese a que las cicatrices del abuso sexual siguen estando presentes en su vida, ella hoy trabaja para ayudar y dejar huella en otras personas.

Por eso, es enfática en decir a quienes pasan por esta dolorosa experiencia en silencio que nada de lo que sucede es su culpa, la responsabilidad es de quien está causando este daño. Así mismo, resalta la importancia de poner límites y que estos sean respetados, de escuchar el cuerpo cuando nos alerta sobre algo que no se siente bien y, sobre todo, insta a las víctimas de abuso sexual a hablar con alguien en quien confíen.

Así mismo, invita a las madres a estar atentas a los cambios de comportamiento en sus hijos, que eviten forzarlos a acercarse a un adulto que lxs niñxs no deseen, prestar atención a aquello que les causa disgusto y, sobre todo, que les crean cuando los niñxs manifiesten que están viviendo este tipo de experiencia.

Recuerda, también, que el Movimiento #YoDigoNoMas brinda información, recursos y herramientas para identificar y prevenir el abuso sexual. Conoce más sobre el Movimiento y, si eres víctima de abuso sexual o conoces a alguien que lo esté padeciendo, tú también puedes ayudarlo a romper el silencio.

Si quieres ver el episodio completo, haz clic aquí.