¿Por qué las celebraciones pueden poner en riesgo a nuestros niños?

¿Por qué las celebraciones pueden poner en riesgo a nuestros niños?

Las celebraciones son momentos esperados y llenos de alegría que permiten a las familias y amigos reunirse, compartir y crear recuerdos. Sin embargo, también pueden presentar riesgos significativos para nuestros niños. Los niños, con su curiosidad innata y su menor capacidad para comprender ciertos peligros, son especialmente vulnerables en entornos sociales.

Riesgos ocultos en las celebraciones

Conocer los riesgos a los que están expuestos nuestros niños nos permite estar más atentos y crear un entorno seguro para ellos. A continuación, encontrarás los riesgos más frecuentes:

Reuniones sociales

Las reuniones sociales son una parte integral de las celebraciones, pero pueden ser abrumadoras para los niños. La presencia de muchas personas desconocidas, el ruido y la actividad constante pueden generar ansiedad y estrés en los más pequeños. Además, en estas situaciones, los niños pueden perder de vista a sus padres o cuidadores, lo que aumenta el riesgo de accidentes o pérdidas.

Viajes

Los viajes, especialmente durante las festividades, son otra fuente de preocupación. Las familias a menudo se desplazan a lugares concurridos, lo que puede llevar a situaciones peligrosas. Los aeropuertos, estaciones de tren y eventos masivos pueden ser caóticos, y los niños pueden sentirse desorientados o asustados. Además, el cambio de rutina y el cansancio asociado con los viajes pueden afectar el comportamiento de los niños, haciéndolos más susceptibles a accidentes.

Distracciones

Las distracciones también juegan un papel importante. Durante las celebraciones, es fácil que los adultos se distraigan con la comida, las conversaciones y las actividades, lo que puede llevar a descuidos. Un momento de inatención puede ser suficiente para que un niño se lastime o esté expuesto a situaciones peligrosas.

Indicadores físicos y emocionales a los que los padres deben estar atentos

Después de un evento social, es fundamental que los padres estén atentos a ciertos indicadores físicos y emocionales en sus hijos. Estos pueden incluir:

– Cambios en el comportamiento: Retraimiento, irritabilidad o excesiva dependencia emocional pueden ser señales de que el niño ha experimentado algo perturbador.

– Síntomas físicos: Dolores de cabeza, estómago o fatiga pueden ser manifestaciones del estrés acumulado. Es importante prestar atención a estos síntomas y ofrecer un espacio seguro para que el niño se recupere.

– Problemas de sueño: Las alteraciones en la rutina, como horarios irregulares para dormir, pueden afectar la calidad del sueño de los niños. Pesadillas recurrentes, dificultad para dormir o miedo a quedarse solo pueden indicar malestar emocional.

– Reacciones emocionales: Los niños pueden expresar sus sentimientos a través de llantos o rabietas. Si un niño reacciona de manera desproporcionada a situaciones cotidianas después de un evento social, es posible que esté lidiando con emociones no resueltas.

– Miedo o incomodidad ante ciertas personas: Si un niño muestra miedo o evita activamente a alguien, podría ser una señal importante de que algo no está bien.

– Regresión en comportamientos: Volver a conductas superadas, como orinarse en la cama o chuparse el dedo, puede ser un signo de angustia emocional.

8 consejos para proteger a los niños en las celebraciones

Proteger a los niños durante las celebraciones festivas requiere preparación y atención. Aquí hay algunos consejos prácticos:

  1. Antes de asistir a un evento, habla con tus hijos sobre lo que pueden esperar. Establecer límites sobre lo que está permitido y lo que no puede ayudar a los niños a sentirse más seguros.
  2. Mantén siempre un ojo en tus hijos, especialmente en eventos concurridos. Designa un lugar de encuentro en caso de que se separen.
  3. Busca momentos de calma durante las celebraciones. Proporciona un espacio donde los niños puedan relajarse si se sienten abrumados.
  4. Si es posible, evita lugares muy ruidosos o caóticos. Opta por actividades que sean apropiadas para la edad y que no sobrecarguen a los niños.
  5. Observa los comportamientos y emociones de los niños durante y después de los eventos.
  6. Anima a tus hijos a expresar sus sentimientos. Pregúntales cómo se sienten durante y después de las celebraciones y valida sus emociones.
  7. Enséñales a decir «no» con firmeza y a confiar en sus instintos si algo les incomoda.
  8. Planificar con antelación. Si el evento incluye cuidadores, asegúrate de que sean personas de total confianza y conoce sus antecedentes.

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El papel de la comunidad en la protección de los niños durante las fiestas

Las celebraciones pueden ser momentos maravillosos para construir recuerdos, pero también es crucial mantener una actitud consciente y protectora. Recordemos que garantizar la seguridad y bienestar de los niños es una responsabilidad colectiva, y pequeñas acciones preventivas pueden marcar una gran diferencia.

En el Movimiento #YoDigoNoMas te invitamos a construir un entorno seguro para los niños, tanto en la temporada de fiestas como cada día del año, si estamos atentos podremos poner fin a la pandemia silenciosa del abuso sexual. Conoce más sobre nuestro Movimiento y súmate a nuestra causa.