¿Por qué es necesario alzar la voz para romper la cadena de abuso sexual?
Inicialmente resulta necesario entender que el abuso se da cuando alguien que tiene poder, decide hacer algo en contra de la voluntad de otra persona, causando así estrés, malestar y/o miedo. A nivel mundial uno de los abusos que más se presentan es el de tipo sexual, en Estados Unidos 147.300 niños fueron abusados durante el año 2017, esto equivale a llenar 7 veces el Madison Square Garden.
Si estos números alarmantes se evidencian en Estados Unidos – uno de los países más desarrollados e industrializados en el mundo -, no es de extrañar que en América Latina y el caribe el problema se encuentre más arraigado y precise de soluciones más urgentes. Según cifras de UNICEF 1.1 millones de niñas adolescentes entre 15-19 años han experimentado violencia sexual, en su mayoría en la infancia.
Caso de Gabriel Hernandez, niño de 8 años que sufrió brutal abuso sexual y asesinato
Pero hablar de cifras si bien es alarmante, no permite dimensionar la realidad del problema, es por eso que casos como el de Gabriel Hernandez, han sido visibilizados para demostrar el peligro que corren los niños aún con sus madres cerca. Las personas que estaban a cargo de Gabriel lo humillaron, abusaron sexualmente de él, lo maltrataron durante 8 meses y finalmente lo asesinaron luego de una paliza. Para la fecha de su muerte, solo tenía 8 años.
Cuando se conocieron los escalofriantes detalles de la muerte del pequeño, los habitantes de los Ángeles quedaron sorprendidos y durante semanas el dulce rostro de Gabriel ocupó los titulares de los periódicos. Siete años después, en el 2020, Netflix revivió los hechos en una miniserie que narra con detalle los meses previos a su muerte.
Desde el nacimiento de Gabriel, Pearl Hernandez, eligió no hacerse cargo y sus padres junto con otros familiares decidieron brindarle un hogar al niño. 8 años más tarde ella exigió la custodia de su hijo, alegando que tenía derechos por ser la madre, pero realmente lo que la incentivó fue el dinero que el estado otorga por cada menor para para apoyar su educación y cuidado.
Caso de la niña Emma Thompson, abusada sexualmente y asesinada por sus familiares
Gabriel era un niño de padres latinos, que tuvo que cargar con el peso de la violencia generacional de quienes lo cuidaban, pero este no es un caso aislado, en Houston Texas una niña de 4 años llamada Emma Thompson también padeció un terrible desenlace, su madre y padrastro la torturaban, le pegaban y la violaron en repetidas ocasiones, hasta causarle la muerte.
La pequeña presentaba signos de alerta en su cuerpo, semanas antes de su muerte se encontró que con tan solo 4 años sufría de herpes de transmisión sexual, pero en los checkeos médicos no se pudo comprobar que hubiese abuso sexual, por eso determinaron que era un caso extraño en que el contagió tenía otras causas. El cuerpo de la niña estaba lleno de moretones y fracturas a la hora de su muerte, si alguien hubiese atendido esas alertas tal vez Emma hoy cumpliría 16 años.
Cifras alarmantes de abuso sexual
Como Gabriel y Emma son miles de niños que no logran escapar de sus victimarios, de hecho cada 5 horas en Estados Unidos, muere un niño por abuso o negligencia. Casi la mitad de estos casos en 2009 fueron bebés menores de un año. Los hogares deberían ser el espacio en el que los niños encuentren refugio y alivio, pero tristemente son el espacio menos seguro, muchos pequeños tienen el enemigo en casa, el 85% del abuso sexual infantil se da por parte de personas cercanas al menor, solo el 15% se produce afuera, en el espacio público.
Pero los niños no son los únicos que se ven afectados por el abuso sexual, en Estados Unidos cada minuto un promedio de 24 personas son violadas, maltratadas físicamente o abusadas por su pareja. Ante esta realidad tan cruel, todos debemos poner de nuestra parte para hacer un alto, la violencia ha invadido todas las esferas sociales y solo el 30% de los sobrevivientes le cuenta a alguien lo que le ha sucedido, el 70% nunca habla sobre su historia y guarda ese dolor.
1 de cada 5 niños es víctima de abuso sexual, así que es muy probable que ese niño esté en tu entorno cercano, atiende a las señales y no seas indiferente ante esta realidad, encubrir al abusador es ser cómplice del abuso sexual. Entendiendo este doloroso panorama, desde el movimiento promovemos algunas herramientas para ayudar a las víctimas para que puedan tener un espacio seguro en el cual alzan la voz y sanar esa experiencia que vivieron, con tu contribución podremos en un futuro erradicar la pandemia silenciosa del abuso sexual.
Tú puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de víctimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.
Encuentra las múltiples opciones que tenemos para sumarse al movimiento y hacer que tu voz se escuche