¿Por qué debe haber consentimiento mutuo en una relación sexual?
Construir una relación de pareja va mucho más allá de la atracción y el contacto físico. Implica compromiso, capacidad de entrega y crecimiento compartido.
Atravesar los diferentes niveles de profundidad, desde la afectividad hasta el contacto sexual, es un proceso que demanda siempre el consentimiento de las personas involucradas. El sexo sin consentimiento constituye una violación.
Según estudios realizados por Amnistía Internacional en Europa, una de cada 20 mujeres mayor de 15 años ha sido violada y una de cada 10 mujeres mayor de 15 años ha sufrido alguna forma de violencia sexual. Allí, más de una de cuatro personas considera que las relaciones sexuales sin consentimiento podrían estar justificadas en ciertas circunstancias, como:
- Si la víctima está borracha o bajo los efectos de sustancias psicoactivas.
- Si va voluntariamente a casa con alguien.
- Si lleva ropa sugerente.
- Si no dice claramente que no o no se resiste físicamente.
Frente a este panorama, es fundamental tener claridad de porqué es importante la reciprocidad en una relación de pareja y, más aún, en las relaciones sexuales y porqué el consentimiento debe ser claro, activo, específico, informado y reversible.
¿Qué es el consentimiento sexual?
El consentimiento constituye un acuerdo al que llegan las dos personas para participar en una actividad de carácter sexual. Indica que activa y conscientemente las personas involucradas manifiestan un deseo recíproco de mantener relaciones sexuales (desde besos, sexo oral hasta penetración vaginal o anal).
Consentir y pedir consentimiento es esencial para establecer límites, generar un vínculo saludable con la pareja y crear un entorno sexual seguro. La mejor forma de sentirse cómodo en una actividad sexual es hablando.
Cuando no hay consentimiento, cualquiera de estas actividades constituye un abuso sexual.
Diversos estudios demuestran que gran parte de las agresiones sexuales son ejercidas por alguien cercano a la víctima, en muchas ocasiones su pareja o ex pareja sentimental. Por esta razón, que las dos personas consientan de manera activa y clara una actividad sexual es imprescindible.
Cada persona decide sobre su cuerpo
Algunas normas sociales minimizan la importancia del consentimiento en una relación sexual, dando atribuciones a parejas sentimentales o sexuales, padres o cuidadores, entre otros, de decidir sobre el cuerpo de otra persona. Identifícalas y evita normalizar estas creencias que ponen en situación de vulnerabilidad a niñxs, adolescentes y mujeres.
- Actitudes que culpabilizan a las víctimas por la violencia de pareja, o por formas de VCMNA (Violencia contra mujeres, niñas y adolescentes): por su comportamiento, modo de vestir, presunción de culpabilidad: algunas mujeres provocan a sus parejas al punto de inducirlos a ejercer la violencia contra ellas. Si matan a una mujer, alguna razón debía tener (presunción de culpabilidad).
- La creencia de que los padres tienen potestad sobre el cuerpo y la sexualidad de su niña/adolescente.
- La creencia de que las niñas/adolescentes no tienen la autonomía sobre sus cuerpos, por su edad y experiencia, y por ende los adultos pueden disponer de sus cuerpos y las sexualidades porque saben más.
- Las niñas y adolescentes son propiedad de sus padres o familiares a cargo, porque ellos son los proveedores.
- Actitudes que supeditan el comportamiento sexual de las mujeres a la voluntad de sus parejas masculinas.
- La creencias de que las mujeres afrodescendientes están siempre accesibles para el consumo de la sexualidad masculina.
- La creencia de que una mujer debe cumplir con las decisiones de un hombre.
- La percepción de que la violencia dentro de la esfera privada es diferente y, por lo tanto, no está sujeta a las mismas repercusiones legales que la violencia cometida en la esfera pública (crimen).
- La naturalización de la violencia sexual en la pareja, por razones de vínculos conyugales existentes.
Pese a que es un discurso repetido por décadas, es importante entender que estas creencias generan una mayor vulnerabilidad y exposición a riesgos asociados a la violencia sexual. Solamente las personas involucradas en una relación sexual pueden dar su consentimiento de manera activa y clara.
¿Cómo debe ser el consentimiento?
El consentimiento le indica a la otra persona que existe un deseo mutuo de tener relaciones sexuales. Aprende cómo debe ser ese consentimiento:
- Debe darse libremente, sin presiones ni engaños.
- Debe ser consciente, ambas personas deben saber lo que sienten y lo que quieren hacer y nunca deben estar dormidxs, desmayadxs, bajo los efectos del alcohol o de sustancias psicoactivas, pues en este caso no pueden decidir libremente.
- Se debe manifestar claramente un “sí”. Un “no” dudoso o un silencio no da claridad del deseo de la otra persona. Incluso si una de las personas involucradas dice que “sí”, pero luce preocupada o insegura, no hay consentimiento.
- Debe ser específico, acceder a besar a alguien no significa estar de acuerdo con otro tipo de actividad sexual.
- Debe ser informado, una persona solo puede aceptar algo cuando conoce toda la información al respecto.
- Es reversible, en cualquier momento una persona puede cambiar de opinión, incluso cuando se trata de algo que ya hizo antes. Haber dicho que “sí” una vez, no significa que la persona no pueda retirar luego ese consentimiento.
También te puede interesar: La sexualidad más allá de la genitalidad
NO significa NO
A lo largo de la historia, se ha culpabilizado a las víctimas de abuso sexual y violación, a partir de falsas creencias en torno a que algunos de sus actos avalan a otra persona para decidir sobre su cuerpo y su sexualidad. Por eso es importante enfatizar en lo siguiente:
NO es consentimiento…
A veces se da por sentado que un pequeño gesto avala cualquier actividad sexual o que si se pide consentimiento una vez, éste aplica siempre. Por eso, es fundamental tener claro que No es consentimiento:
- El silencio.
- Un “no” dudoso.
- Un “sí” forzado.
- Un “sí” de un menor de edad.
- Un “quizás”.
- Un “no lo sé”.
- Haber consumido alcohol.
- Estar inconsciente.
- Coquetear con alguien.
- Usar un determinado tipo de vestuario.
No es momento de callar. Si sientes que tus límites fueron vulnerados y que eres víctima de abuso sexual, llama a la Línea de Ayuda Nacional de Asalto Sexual al 800-656-4673 para recibir ayuda de personal capacitado, también puedes conversar en línea en rainn.org/es
También, puedes unirte al Movimiento #YoDigoNoMás apoyando este 30 de abril la marcha “Yo Digo No Más a la Violencia Sexual”, un espacio creado en conjunto con la alcaldía de Yonkers y el distrito escolar de Yonkers para generar conciencia en torno a la prevención del abuso sexual.