Mar vivió la dualidad de sentir amor por su padre y rechazo por quien perpetró su abuso sexual
Desde muy temprana edad, quizás desde que era una bebé, Mar Moleón fue víctima de abuso sexual por parte de su padre. Desde que ella tiene recuerdos, tiene imágenes de ese abuso y, aunque intentó verbalizarlo frente a sus padres, la respuesta de su padre fue que ella lo había soñado, por lo que desde ese momento interiorizó que eso era algo que no podía contar porque era pequeña y nadie le creería.
Tras su primer intento de hablar sobre su experiencia de abuso, a los tres años, Mar intentó nuevamente decirlo a los 16 años, pero la respuesta fue la misma: no le creyeron y en medio de una fuerte discusión ella se vio obligada a decir que había inventado todo.
Por esto y porque sentía que no la había protegido, la relación de Mar con su madre fue muy difícil y por años sintió mucho rencor hacia ella. Hoy, desde la madurez, ella entiende que su madre al desconocer la situación y no ser consciente de lo que pasaba, no podía defenderla.
Por su parte, la relación con su padre siempre implicó una dualidad porque ella, como hija, tenía un sentimiento natural de amor hacia él, pero a la vez era la persona que le había hecho mucho daño y por la que sentía rechazo. Incluso cuando éste murió, esta dualidad estuvo presente.
La importancia de conectarse con los niñxs
Según explica Mar, su madre se casó a los 16 años, tuvo su primer hijo a muy temprana edad y poco tiempo después, ella perdió a su madre, quien hoy sería la abuela de Mar. Su esposo se convirtió en todo su mundo, por eso para ella no fue fácil creer que, en su propio hogar, su hija fuera víctima de abuso sexual y que el perpetrador fuera su padre.
Así mismo, recalca lo importante que es conectarse más con lxs niñxs y creerles cuando ellos nos cuentan algo. Pues generalmente la primera reacción de los adultos frente a este tipo de situación es creer que esto no es posible y desechar el mensaje del niñx.
Un mensaje de ayuda
Su libro “La voz escondida en el silencio” nació de la necesidad de compartir su historia para brindar ayuda a muchas personas, que están sufriendo lo mismo que ella vivió, para que puedan romper con las creencias que se instauran en la mente de las personas que han experimentado el abuso sexual infantil y quienes tienen que afrontar diversos efectos negativos en su día a día.
Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, tuvo una experiencia muy fuerte que la hizo mirar su interior y enfrentar muchas cosas que le dolían, muchas heridas que aún estaban abiertas. A partir de allí emprendió un camino espiritual para poder sanar y se interesó en investigar sobre la mente, las creencias que se instauran en ella y los condicionamientos que la mente impone en la vida de cada persona.
Como parte de ese proceso de descubrimiento personal y sanación, Mar sintió la necesidad de compartir su historia de abuso sexual a temprana edad y poder decir a las personas que actualmente sufren, que pueden superar esta situación y dejar de ser víctimas para convertirse en creadores.
Fueron muchas las trabas, a nivel familiar, que sufrió Mar durante el proceso de escritura y publicación de su libro, pero para ella pesó más el mensaje de ayuda que podría enviar a miles de sobrevivientes de abuso sexual.
Un paso muy difícil
En el primer capítulo, Mar cuenta cómo habló con sus hijos sobre el libro que estaba escribiendo, compartió con ellos su historia y les explicó cómo a través de él ella buscaba abrazar a aquellas personas que están sufriendo. Para ella, éste fue un paso muy difícil, pero era consciente de que debía compartir este secreto con sus hijos.
En su afán de proteger a esas personas que ama tanto y pensando en cómo esto podría afectar a sus hijos, de 15 y 13 años, Mar pensó varios días en cómo sería esta conversación. Pensaba que esto podría generarles algún tipo de trauma al momento de vivir su sexualidad de una manera sana.
Al momento de compartir con ellos su historia, Mar se cargó de calma y amor para hablarles y ellos recibieron el mensaje con mucho amor.
Víctimas no, sobrevivientes
A lo largo de su libro, Mar se refiere a quienes han sufrido el abuso sexual como sobrevivientes, nunca como víctimas, pues para ella, esta etiqueta mantiene a la persona en esa situación en la que se encontró en algún momento de su vida. Ella destaca la importancia de empezar por valorar que a pesar de enfrentar una experiencia tan dolorosa como el abuso, los sobrevivientes pueden llegar a tener una vida feliz.
Para ella el abuso es una circunstancia que se presentó en un momento de la vida de quienes han vivido este tipo de experiencia, pero no es algo que los defina. “Nosotros somos muchísimas cosas más, más allá de ese abuso” enfatizó.
Actualmente Mar vive en Cataluña, un pueblo pequeño al norte de España y se enfoca en brindar ayuda a las personas que, como ella, han sufrido abuso sexual. Como mensaje para ellos, ella resalta la importancia de no sentirse culpable de nada, tener compasión consigo mismo y buscar ayuda en las personas del entorno cercano.
En el Movimiento #YoDigoNoMas brindamos un espacio seguro para que los sobrevivientes de abuso sexual puedan romper el silencio e iniciar el proceso de sanación. Te invitamos a conocer más sobre el Movimiento y las herramientas que compartimos contigo para prevenir el abuso sexual. También puedes sumarte a nuestra causa.
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