La sexualidad más allá de la genitalidad

La sexualidad más allá de la genitalidad

Si queremos cumplir con el propósito de luchar contra todo tipo de abuso que atente contra la integridad de cualquier persona en el mundo, la educación sexual es un elemento importante al que todos debemos tener acceso, para así conocer los diferentes conceptos que nos permitan comprender y asimilar mejor la sexualidad humana.

Un tema del que todos hemos escuchado hablar en algún momento, pero aún hoy en día muchas personas no entienden muy bien, es la diversidad sexual y los diferentes aspectos que este concepto abarca sobre la sexualidad de una persona y el derecho que cada individuo posee a decidir sobre su propio cuerpo.

Culturalmente, desde pequeños se nos ha limitado a una educación sexual basada en la genitalidad, es decir, en la existencia de los órganos sexuales de mujer y hombre, y el valor meramente reproductivo que se le brinda a la sexualidad de las personas.

Sin embargo, la realidad es que la sexualidad va mucho más allá de la genitalidad. Hoy en día existen diferentes tipos identidades, orientaciones y expresiones sexuales que identifican la sexualidad de una persona y que, además, les brinda el derecho de decidir en forma libre sobre sus cuerpos, así como lo que les haga sentir cómodos y en sintonía con sus sentimientos.

En esta oportunidad, en el marco del Día Internacional de la Visibilidad Transgénero celebrado el pasado 31 de marzo, abordaremos el tema de la sexualidad desde un punto de vista más amplio que solo la genitalidad, y cómo el irrespeto a la libre sexualidad de una persona se ha convertido en una de las causas principales de millones de casos de discriminación, violencia y abuso en el mundo.

¿Qué es ‘sexualidad’ y ‘genitalidad’?

A menudo cuando se habla de sexualidad, muchas personas tienden a confundir este concepto con la genitalidad, ignorando los diferentes aspectos que puede llegar a abarcar la sexualidad de una persona, es decir, la expresión sexual, la identidad de género y la orientación sexual.

En una entrevista realizada por el diario ABC de España a Valentín Martínez Otero, doctor en psicología y pedagogía, quien además se desempeña como profesor de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), el profesional menciona que “la sexualidad incluye aspectos psicológicos y biológicos, mientras que la genitalidad se refiere a los órganos genitales y a la procreación”.

Si bien la procreación puede incluirse también dentro de la sexualidad, este concepto va mucho más allá, abarcando otros aspectos que suelen ser ignorados por la sociedad. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la sexualidad abarca el sexo, las identidades y los roles de género, la orientación sexual, el erotismo, el placer, la intimidad y la reproducción.

En este sentido, podemos decir que la genitalidad, al referirse netamente a los órganos genitales femeninos y masculinos, responden a un aspecto biológico que se transmite de forma genética, mientras que la sexualidad abarca desde lo biológico, hasta los aspectos afectivos y emocionales con los que una persona interactúa con su entorno, por lo que es algo se construye a medida que va avanzando la vida.

¿Qué aspectos incluye la sexualidad de una persona?

Dentro de la sexualidad pueden identificarse cuatro aspectos principales que nos permiten entender mejor la forma en que una persona puede decidir sobre su cuerpo y cómo experimenta el placer y el erotismo en su vida.

Los aspectos que incluye la sexualidad son:

Identidad de género

El género es la construcción social de la identidad femenina o masculina. Esta construcción varía a lo largo de la historia y entre las sociedades, generalmente por normas y actitudes que culturalmente se le suelen asociar

Por ejemplo, el cuidado, la estética o la delicadeza son características que comúnmente la sociedad asocia más a lo femenino, mientras que la fuerza, la competencia y la independencia se asocia más a lo masculino. 

Sin embargo, la identidad de género se refiere a la decisión íntima de cada persona a sentirse hombre, mujer, ambos o ninguno de los dos. Se trata de un sentimiento profundo y fuerte que no se puede controlar ni elegir. El cual a veces puede ser coherente con el género dado al nacer (referente a los genitales), y a veces no.

Las principales identidades de género que existen son:

  • No binario: Se trata de una persona que no se reconoce dentro del binarismo de género, debido a que su identidad no entra dentro de lo femenino ni lo masculino.
  • Queer: Es una persona que se describe a sí misma no como masculina ni femenina, sino como ambas, o como una mezcla de ambas. También puede utilizar el término «neutrois».
  • Género fluido: Identifica a las personas cuya identidad y expresión de género fluyen y puede cambiar según el momento de la vida o las circunstancias. Pueden ser bigénero, trigénero o pangénero.
  • Transexual: Se refiere a las personas que poseen una identidad de género que no coincide con su sexo biológico, por los que se realizan una transición permanente mediante intervenciones quirúrgicas.
  • Transgénero: Es la persona que se identifica con el sexo opuesto al que se le asignó al nacer y lo exterioriza través de la forma de actuar y vestir, sin necesidad de realizar una transición sexual permanente.

En conclusión, la identidad de género se refiere específicamente a la forma en que una persona se siente por dentro y cómo expresa su género a través de la ropa, su comportamiento y apariencia personal. Estos sentimientos suelen empezar desde muy temprana edad.

Orientación sexual

En cuanto a la orientación sexual, este aspecto se refiere a la atracción que siente una persona hacia otra, en términos emocionales, afectivos, de romanticismo y/o sexual. Es decir, básicamente se enfoca no en la sexualidad de sí mismo, sino en los gustos que posee la persona hacia los demás.

Entre los tipos de orientación sexual, existen los siguientes:

  • Homosexual: La homosexualidad es la atracción emocional, romántica y/o sexual que siente una persona hacia otra de su mismo sexo. Dentro de esta orientación se encuentran las orientaciones ‘gay’, usualmente asociada a las personas masculinas que les atraen los hombres, y ‘lesbiana’ que se usa para identificar a las mujeres que sesienten atraídas por otras mujeres.
  • Bisexual: Una persona bisexual es aquella que siente atraída emocional, romántica y/o sexualmente hacia personas tanto del sexo femenino, como masculino.
  • Heterosexual: La heterosexualidad se refiere a las personas que sienten atracción emocional, romántica y/o sexual hacia personas del sexo opuesto al que se identifican a sí mismos.
  • Pansexual: La pansexualidad abarca a las personas que se sienten atraídas emocional, romántica y/o sexualmente hacia otras personas, sin importar el sexo o identidad de género que los identifique.
  • Asexual: Personas que no experimentan ningún tipo de atracción sexual hacia otros y no desean contacto sexual con personas de ningún sexo. Una persona asexual puede identificarse como heterosexual, homosexual, bisexual o pansexual, ya que solo sienten atracción afectiva o emocional.

La orientación sexual es un proceso que se descubre a medida que la persona se va desarrollando y va experimentando la atracción afectiva hacia otras personas, lo que normalmente ocurre en la adolescencia o pubertad. Además, esta puede cambiar a lo largo de la vida dependiendo de la atracción que siente una persona hacia otra.

Expresión sexual

La expresión sexual de una persona se refiere netamente a la forma en que una persona expresa su género, a través de las normas y roles de género que tradicionalmente se han adoptado en diferentes culturas. Estas normas incluyen la forma de vestir, de comportarse, etc.

La expresión sexual de un individuo puede ser:

  • Femenina: Es una persona que se guía por las normas y roles culturalmente asignados al género femenino. 
  • Andrógina: Se trata de una persona que posee un aspecto ambiguo y se guía por las normas y roles culturalmente asignados tanto al género femenino, como al masculino.
  • Masculina: Se refiere a las personas que se guían por las normas y roles culturalmente asignados al género masculino.

Entre estas normas y roles de género, pueden encontrarse las creencias culturales de que los hombres deben vestir colores oscuros o azul, mientras que el rosado y colores pasteles son para las mujeres, que las mujeres deben vestir falda y los hombres pantalones, que los niños deben jugar con carros de juguete y las niñas con muñecas, entre muchas otras.

Sexo biológico

En este caso, se habla de las diferentes características físicas y biológicas que generalmente se usan para diferenciar a las personas a nivel sexual, basándose en aspectos como los órganos genitales, las hormonas corporales y los cromosomas.

En la sexualidad se habla de tres sexos biológicos, los cuales son los siguientes:

  • Mujer: Se identifica por los cromosomas XX y la vagina como órgano sexual.
  • Hombre: Se identifica por los cromosomas XY y el pene como órgano sexual.
  • Intersexual: Se refiere a las personas que nacen con órganos sexuales que no coinciden con las características que tradicionalmente se usan para describir lo “masculino” o “femenino”. Pueden presentar tejidos de ovarios y testículos, o incluso variaciones en los cromosomas, como por ejemplo XXY.

En cuanto a las personas intersexuales, estas nacen con una variación que es totalmente normal y que, a diferencia de la creencia generalizada, no representa ningún tipo de problema médico. De hecho, según el portal web de Planned Parenthood, se estima que en los Estados Unidos entre 1 a 2 de cada 100 personas son intersexuales.

Consecuencias de una incorrecta educación sobre la sexualidad y la igualdad de género

En el mundo, como mencionamos al principio, la educación sexual que se enseña a los más pequeños basa la sexualidad netamente en la genitalidad y la necesidad de contacto físico para la procreación y la reproducción humana, dejando a un lado los aspectos tan amplios que abarca este concepto, y que además identifican a una comunidad que históricamente ha sido víctima de abusos y todo tipo de discriminación, alimentada por las nomas sociales y roles de género que culturalmente son aceptadas como lo “masculino” y lo “femenino”.

Según datos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre el 1 de marzo de 2013 y el 31 de marzo de 2014, se registraron un total de 770 actos de violencia contra personas de la comunidad LGTBIQ+ (Lesbianas, Gays, Transexuales, Bisexuales, Intersexuales, Queer), que fueron oficialmente contabilizados en los 25 países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA).

La violencia y abusos a los que sistemáticamente son sometidas las personas que deciden ejercer su pleno derecho a decidir sobre sus cuerpos y sexualidad, se ve directamente influenciada por normas sociales que reprimen la igualdad de género, como por ejemplo las siguientes:

  • Creencias que asocian la masculinidad con la pasión por actividades extremas, el riesgo, la brusquedad.
  • Creencias y actitudes homofóbicas y transfóbicas: menosprecio de las personas LGTBIQ+.
  • La creencia de que los padres tienen potestad sobre el cuerpo y la sexualidad de sus hijxs.
  • La creencia de que lxs niñxs y adolescentes no tienen la autonomía sobre sus cuerpos, por su edad y experiencia, y por ende los adultos pueden disponer de sus cuerpos y las sexualidades porque saben más.
  • Creencias y actitudes relativas que descalifican a una persona como “mujer u hombre de verdad” por su orientación sexual y se usa para justificar la negación de su acceso a derechos fundamentales.

Cada una de estas creencias hacen que muchas veces las personas repriman sus sentimientos hacia otras personas, así como la identidad sexual con la que se sientan identificados y su orientación sexual, lo que puede llegar a causar graves problemas emocionales que incluso pueden conducir al suicidio.

Entender la sexualidad es el primer paso para un mundo libre de discriminación

Hoy en día, la principal razón por la que muchas personas demuestran rechazo y discriminación hacia las personas que deciden identificarse con una identidad sexual diferente a lo “tradicionalmente aceptado” es que la gran mayoría de nosotros recibimos una educación sexual basada en la genitalidad.

Es momento de que entendamos que la sexualidad va mucho más allá de los órganos sexuales de una persona o de la necesidad de reproducirse. Todo ser humano es libre de decidir sobre su cuerpo, su identidad sexual y todo lo que le haga sentir a gusto consigo mismo.

Desde Yo Digo No Más, en el marco de la celebración por el Día Internacional de la Visibilidad Transgénero, nos unimos a la lucha en contra de la discriminación hacia las personas que ejercen libremente su sexualidad, respaldando una educación sexual que enseñe sobre el amplio concepto de la sexualidad más allá de la genitalidad, para lograr un mundo libre de discriminación en el que el respeto, la tolerancia y la igualdad de género sean una norma global.

¡Tú también puedes hacer parte de esta lucha! Súmate al movimiento y juntos alcemos nuestra voz para decir No Más a todo tipo de acoso, abuso o violencia que atente contra la libre sexualidad de cualquier persona en el mundo.