La revictimización: Un problema que reprime la justicia en casos de abuso sexual
Cuando una persona sufre de abuso sexual en alguna etapa de su vida, una de las decisiones que le pueden resultar más difíciles es romper el silencio y denunciar el caso ante las autoridades judiciales. Este miedo a menudo es alimentado por los casos de revictimización, los cuales son cada vez más comunes en el mundo.
Según las cifras del Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro, por sus siglas CLACAI, únicamente entre el 10 y el 20% de los casos de abuso sexual en Latinoamérica llegan al sistema judicial, mientras que aproximadamente el 30% de las víctimas nunca llegan a hablar de su experiencia con nadie.
Este silencio, lejos de ayudar a las víctimas de este tipo de abuso, las hunde en un estado de depresión y sufrimiento, el cual la mayoría de las veces puede llevar a consecuencias que pueden llegar a ser fatales.
Lo más preocupante es que, en algunos casos, al encontrar el valor para denunciar sus casos de abuso sexual, las víctimas pueden encontrarse con las trabas de un sistema judicial que, influenciado por comentarios externos y errores de investigación, puede llegar a causar la revictimización de la víctima.
¿Cuáles son los diferentes tipos de victimización?
Antes de empezar a abordar el tema principal del artículo, es conveniente indicar que cuando se denuncia un delito, existen diferentes tipos de victimización que se pueden desarrollar durante el proceso de investigación del caso.
Los 3 tipos de victimización que existen son los siguientes:
- Victimización primaria: Se refiere a cuando una persona sufre de manera directa las consecuencias de un delito cometido en su contra. Es decir, cuando se le vulneran sus derechos.
- Victimización secundaria (Revictimización): Es la respuesta inadecuada que da el sistema a una víctima, haciendo que la persona reviva la situación traumática. Es decir, cuando se le vulneran sus derechos nuevamente.
- Victimización terciaria: Es una de las menos conocidas y ocurre cuando familiares, amigos o allegados de la víctima y/o victimario, también se ven afectadas por el delito y se convierten en víctimas al recibir un rechazo social.
Cada uno de estos tipos de victimización pueden ocurrir en cualquier tipo de investigación luego de denunciar un delito, pero por lo general son más comunes en los casos de violencia de género y abuso sexual. En esta oportunidad, nos enfocaremos en conocer más a fondo el problema de la revictimización.
¿Qué es la revictimización?
La revictimización, o victimización secundaria, es el término que se utiliza para identificar las situaciones en las que una persona que haya sido víctima de algún tipo de delito, como por ejemplo el de abuso sexual, es juzgada y señalada por haber causado el tipo de violencia que haya sufrido.
Es decir, cuando una persona se arma de valor para presentar una denuncia sobre un delito del que haya sido víctima y, lejos de conseguir una solución oportuna para su situación, recibe críticas y hasta sanciones en su contra, se habla de que se revictimiza a la víctima.
Lamentablemente en los casos de abuso sexual este tipo de victimización es muy común, sobre todo por la influencia del pensamiento machista que, en ciertos casos, puede llegar a interferir en la investigación del delito y evitar que se haga justicia.
¿De dónde puede provenir la revictimización?
A pesar de que la revictimización es un término más utilizado cuando el sistema judicial no responde de manera justa a una víctima, este fenómeno también puede ocurrir en otros ámbitos que pueden llegar a ser mucho más comunes y a causar graves daños a la víctima.
La revictimización puede darse en los siguientes ámbitos:
Sociedad
Muchas veces la sociedad cumple un papel clave en la revictimización de una víctima, sobre todo cuando surgen comentarios dañinos con la única intención de juzgar y responsabilizar a la víctima por los daños que haya sufrido.
En los casos de abuso sexual, son muy comunes comentarios como “es culpa de ella por vestirse de esa forma”, “no debió haber estado tan tarde en una fiesta”, “se lo buscó por ser tan fiestera”, entre otras frases que culpabilizan a la víctima, en lugar del victimario.
Comentarios de este tipo pueden provenir de la familia, amigos, comunidades como la escuela, el trabajo, vecindarios y la sociedad en general.
Institucional
Es el tipo de revictimización del que hemos venido hablando anteriormente, el cual ocurre cuando la víctima acude a algún organismo o institución judicial para denunciar el delito del que haya sido víctima y la respuesta que recibe no es la adecuada.
Juzgar, pedir a la víctima que rinda declaración sobre lo ocurrido varias veces, hacerle preguntas ofensivas o vejatorias o tratarla sin ofrecerle el apoyo adecuado, son conductas que remiten a la idea de volver a convertir a la persona en víctima.
En general, el trato que implica negligencia y culpabilización de la víctima, muchas veces basado en prejuicios, es lo que hace que la revictimización sea algo tan grave y que deba ser combatido en los organismos oficiales y en la propia sociedad.
Ejemplos comunes de revictimización social e institucional
Tal como te mencionamos anteriormente, la revictimización puede ocurrir tanto en el ámbito institucional como social, llegando a causar graves daños a la víctima que haya sufrido las consecuencias de un episodio de abuso sexual.
Algunos de los ejemplos más comunes en los que se puede hablar de revictimización son los siguientes:
Revictimización Institucional
- Múltiples testimonios sobre el mismo hecho
- Entrevistas con personal poco capacitado
- Manejo inadecuado de pruebas y procesos
- Leyes débiles (loopholes) y poca oferta de servicios
- Separación familiar
Revictimización Social
- Culpabilizar a la víctima
- Falta de tolerancia e indolencia ante las consecuencias del delito sufrido
- Exponer a la víctima al escrutinio público
Cada una de las actividades, comentarios o acciones que busquen causar un daño a la víctima de un delito como el de abuso sexual, llevan a que ocurra la revictimización, lo que a su vez puede causar un grave daño en la estabilidad emocional de la víctima.
Un ejemplo real de revictimización e injusticia
Hace unos días, específicamente el 21 de febrero de 2022, se pudo conocer a través de los medios el caso de la politóloga y economista Paola Schietekat, una joven mexicana que recientemente viajó a Catar con el objetivo de prestar sus servicios profesionales como científica social conductual, en conjunto con el comité que organiza el Mundial de Fútbol que se celebrará este año en ese país.
Sin embargo, la noticia de Paola no fue relevante por su logro profesional, sino por haber sido víctima de un terrible hecho que le afectó física y emocionalmente, y que además le trajo consecuencias impactantes al buscar una solución judicial a su situación.
Mientras Paola se encontraba en su residencia, un conocido de ella, quien además también es de procedencia latina, irrumpió en su casa para intentar abusarla sexualmente. En su testimonio, Schietekat cuenta que como pudo se defendió de la agresión del atacante, por lo que resultó con moretones y golpes en todo su cuerpo.
Luego de haber sufrido esta agresión, Paola decidió acudir a la Policía junto a Luis Ancona, cónsul de México en Catar, con el objetivo de presentar una denuncia formal por aquella situación en la que fue víctima de violencia física y sexual.
Ambos fueron citados para rendir testimonio frente al agresor, sin embargo, el caso dio un vuelco totalmente inesperado. En el proceso ella se intentó defender pero, al no manejar el idioma árabe, esto fue en vano ya que el agresor argumentó que ella era su pareja sentimental.
Las autoridades judiciales de Catar iniciaron un proceso de investigación, el cual resultó culpando a Paola Schietekat por cometer el delito de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio, por lo que fue sentenciada a recibir 100 latigazos y 7 años de prisión.
A pesar de la injusticia, la sentencia no se llegó a concretar ya que Paola, gracias a la ayuda de Human Rights Watch, logró huir de Catar y regresó a su país. El agresor fue absuelto de todos los cargos, mientras que la sentencia de Paola sigue vigente y la decisión final se realizará el próximo 6 de marzo.
¿Cómo evitar la revictimización?
Para que casos como el de Paola Schietekat no se repitan a nivel mundial, y cada vez sean más las mujeres que puedan acceder a un proceso justo al denunciar casos de agresión y abuso sexual, es necesario tomar ciertas acciones que eviten que la revictimización sea el resultado de la denuncia de un delito.
Algunas de las acciones necesarios para evitar la revictimización, pueden ser las siguientes:
En el ámbito institucional:
- Entrenamientos a personal de las instituciones encargadas: líneas de atención, protección, educación, justicia, y fuerza pública.
- Protocolos en la ruta de atención a los casos de abuso que se denuncien.
- Destinación de recursos (humanos y monetarios) suficientes para la oferta de servicios que brinden ayuda a la víctima.
En el ámbito social:
- Prevención desde una correcta educación sexual.
- Prevención del uso de frases que dañen la reputación y responsabilicen a la víctima por el delito que haya sufrido.
- Campañas para el cambio de normas sociales que contribuyan con la prevención de injusticias.
- Promoción y diseminación de la información sobre servicios y rutas disponibles para la atención de víctimas.
Cada una de estas acciones pueden contribuir con la mejora de las respuestas judiciales en los casos de denuncias de abuso sexual, para que las víctimas puedan tener la seguridad de recibir un trato justo y adecuado, en el que además se investigue de forma correcta el hecho, hasta llegar a resultados justos y legalmente justificados.
¿Cómo ayuda Yo Digo No Más a prevenir la revictimización?
A través del trabajo constante de Yo Digo No Más en la lucha contra el abuso sexual en todas sus formas, este movimiento promueve todo tipo de acciones que permitan y aseguren el derecho de las víctimas a un juicio justo que les permita hacer justicia por el daño que hayan sufrido, sin llegar a la revictimización.
En Yo Digo No Más animamos a las víctimas de abuso sexual a no quedarse calladas, romper el silencio y alzar su voz para que puedan enfrentar las heridas emocionales que este tipo de traumas puede llegar a causar, por supuesto con un correcto y profesional acompañamiento.
Además, somos una plataforma enfocada en dar a conocer las historias de personas que han sido víctimas de abuso sexual, pero que también han logrado reponerse de estos oscuros momentos de su vida, para así evitar quedarse en “modo víctima” y convertirse en inspiración para muchas otras víctimas a nivel mundial.
Recuerda que si tienes una historia de abuso sexual que quieras compartir, no dudes en alzar tu voz y compartirla con Yo Digo No Más. Súmate al movimiento y trabajemos juntos por lograr que la justicia llegue a toda víctima de abuso sexual en el mundo.