La realidad de la explotación sexual detrás del turismo en Medellín

La realidad de la explotación sexual detrás del turismo en Medellín

Medellín es una de las principales ciudades de Colombia. Por su ubicación geográfica, disfruta de un clima primaveral y espacios agradables que permiten conectar con la naturaleza. Además, alberga una escena cultural vibrante y se consolida como un centro de desarrollo tecnológico, siendo un referente gastronómico en el país. Por estas y otras razones, Medellín se ha convertido en un referente del turismo.

El turismo en esta urbe sigue creciendo. En 2022, fue la segunda ciudad del país con mayor llegada de extranjeros. Sin embargo, las razones de crecimiento de esta área de la economía no son precisamente alentadoras. Esta ciudad colombiana se ha convertido en un foco de explotación infantil, donde las niñas son las principales víctimas y algunas personas se dedican exclusivamente a vender la ciudad como un destino donde los visitantes pueden hacer lo que deseen, incluido consumir drogas, contactar y abusar sexualmente a menores de edad sin mayores repercusiones.

Explotación sexual en Medellín: la impunidad supera el 93 %

Las cifras son alarmantes y dolorosas. En más de 10 años, son más de 3.000 los procesos judiciales que se han iniciado en el Valle de Aburrá por este tipo de delito. De ellos, el 89 % de los casos están en indagación, sólo en el 5 % se ha logrado una captura y en la mayoría de los casos, estos hechos no han llegado a conocimiento de las autoridades; por lo cual, estas cifras no se aproximan siquiera a la realidad.

Entre 2020 y 2022, las autoridades reportaron 714 casos y 788 víctimas de explotación sexual. Además, todos los días es más evidente en ciertos lugares de la ciudad, y en los titulares de los medios de comunicación, que ciudadanos extranjeros se pasean campantes haciendo lo que “quieren” sin afrontar consecuencias por destruir miles de vidas de niños y niñas en la capital antioqueña.

Y pese a que esta situación se ha hecho bastante visible, tanto en el ámbito local como internacional, las políticas de protección a las víctimas de explotación sexual en Medellín no van más allá de restringir la movilidad de los niños en ciertas zonas y horarios, lo cual es un enfoque policial  que viola los derechos de quienes son ahora víctimas y poco hace por regular el accionar de grupos delincuenciales y visitantes en esta trama que destruye la inocencia de niños y niñas.

Todos callan en Medellín

La explotación sexual no es algo nuevo en Medellín. Desde la época en que esta ciudad apareció en el mapa como base de operaciones de uno de los mayores carteles productores y traficantes de drogas, las niñas de la ciudad se han convertido en víctimas de explotación sexual.

Muchos grupos delincuenciales han encontrado en la explotación sexual su segunda fuente de ingresos después del narcotráfico. Ofrecen dinero a las víctimas para producir material pornográfico o tener relaciones sexuales con extranjeros, recurriendo a la coerción para forzarlas a ser parte de esta “cadena”, ya sea prostituyéndose o induciendo a otros niños a hacerlo para salvarse de ser accedidos sexualmente.

En la actualidad, es común que los menores lleguen solos a apartamentos u otros sitios de alojamiento temporal, o sean recogidos por vehículos contratados por aplicación; incluso se paseen con hombres visiblemente mayores. Quienes enfrentan este panorama simplemente guardan silencio y condenan a niños y niñas a seguir siendo víctimas.

La escasa regulación de los alojamientos temporales, la baja judicialización e incluso el uso de documentación falsa para hacer pasar a los menores por mayores de edad, se han convertido en promesa de impunidad para los extranjeros que visitan la ciudad.

 

5 preguntas y respuestas sobre la explotación sexual en Medellín

  1.  ¿Dónde y cuándo ocurre?

En todas partes y a todas horas. Antes se concentraba en zonas como el centro de la ciudad o el barrio el Poblado; ahora ocurre en diferentes barrios y municipios cercanos.

  1. ¿Cómo ocurre?

Los niños son contactados principalmente a través de redes sociales o “cadenas de amigos” que los inducen a “ganar dinero fácil”. Luego son transportados a lugares de alojamiento temporal en vehículos o contratados por aplicación.

  1.  ¿Quién los induce?

En ocasiones los proxenetas contactan a las víctimas; en otros casos, son otros menores quienes los inducen e incluso desde núcleos familiares presionan a involucrarse.

  1.  ¿A qué más conduce?

Para realizar actividades sexuales, muchos de los menores se inician en el consumo de sustancias psicoactivas, los cual los lleva posteriormente a la adicción.

  1.  ¿Por qué callan las personas?

La normalización del problema, el temor a involucrarse con grupos ilegales y la corrupción son algunas de las razones comunes para guardar silencio.

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Alcemos la voz

En casos de abuso o explotación sexual, el silencio perpetúa el ciclo del abuso. Si notas situaciones sospechosas, no te quedes callado. En el Movimiento #YoDigoNoMas luchamos para romper este ciclo y salvar vidas. Únete para crear entornos seguros para nuestros niños y concienciar sobre el abuso sexual. ¡Protejamos juntos la inocencia!

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