#Freebritney, el hashtag que alza la voz por la princesa del pop

#Freebritney, el hashtag que alza la voz por la princesa del pop

Los fanáticos de Britney Spears piden su libertad y apoyan a la cantante en la lucha por recuperar su autonomía jurídica.

Desde el año 2008, James Parnell Spears, el padre de Britney Spears, tiene la tutoría legal de la cantante. James está legalmente autorizado para tomar todas las decisiones que tienen que ver con ella, incluso las económicas y laborales. La tutoría se otorgó en el peor momento público de la princesa del pop. Los paparazzi la acosaban día y noche y ella no encontraba un lugar para escapar, estaba atravesando una batalla jurídica por la custodia de sus hijos y la presión mediática la hizo colapsar emocionalmente.

Britney empezó a los 11 años en el mundo del espectáculo, haciendo parte de la serie de Mickey Mouse en la que actuó junto a Christina Aguilera, Keri Rusell, J.C. Chasez y Justin Timberlake, este último fue su pareja oficial años después. El show fue cancelado luego de dos años y su familia quedó en bancarrota, porque al parecer era la pequeña Britney la que mantenía el hogar con el dinero de su trabajo.

A los 16 años, firmó un contrato con el sello discográfico Jive Records y lanzó la canción que la llevaría a la fama “Baby One More Time”. El álbum se convirtió en uno de los más exitosos del momento, con más de 30 millones de copias vendidas. A partir de ese momento, las carencias económicas fueron algo del pasado para la familia Spears.

En los 2000, la imagen de Britney aparecía en todas las portadas de las revistas, eventos, campañas de publicidad y también en giras a nivel internacional. Baby One More Time fue el inicio de una carrera en ascenso, al que le siguieron muchos más, como Oops!… I Did It Again y Britney In The Zone. Pero esta fama estuvo acompañada del acoso permanente de los paparazzi y medios de comunicación.

El sello discográfico de Britney construyó una imagen de niña inocente y dulce que a su vez era la fantasía sexual para los hombres, una dualidad difícil de sostener en el tiempo. La discográfica se encargaba de moldear la vida de britney a su antojo, las elecciones de vestuario, campañas, eventos, el tono de voz y las compañías que debía tener, no pasaban por la cantante.

Ella se convirtió en un producto del cual obtenían ingresos todos los que estaban a su alrededor, pero sobre el cual ella misma no tenía control. En una entrevista, Britney habló sobre su timidez, y lo incómoda que la hacía sentir la sexualización y exposición constante a la que estaba sometida por parte de su compañía, familia y managers, produciendo quiebres emocionales en ella.

En el 2008, se cansó y decidió desafiar las imposiciones estéticas femeninas, entró en una peluquería y con una máquina de afeitar se rapó la cabeza. luego de la ruptura emocional que atravesaba, perdió el 70% de la custodia de sus hijos en una pelea jurídica con su exesposo Kevin Federline y también fue obligada a tener un tutor legal para que se hiciera cargo de todas sus decisiones, esta medida se tomó bajo el argumento de “proteger” a la cantante. Inicialmente sería por un año, pero al finalizar el tiempo fueron a juicio y se decidió que sería de por vida, por siempre su padre o un tutor tomaría todo el control sobre ella.

Este miércoles 23 de junio, Britney se armó de valor para volver a pelear por su libertad. En la audiencia, que fue grabada y posteriormente transmitida en medios internacionales, la cantante narró el sufrimiento que ha padecido durante 13 años. El nivel de agresiones que ha vivido llega hasta la imposibilidad de retirar de su cuerpo un método anticonceptivo intrauterino que no le permite ser madre. En una ocasión la obligaron a hacer un concierto mientras tenía 39 grados de fiebre y su cuerpo no se mantenía en pie por sí solo.

En el relato, Britney dijo que sentía que el trato que recibía era igual al de las personas que eran explotadas por redes de prostitución o trabajos forzados, porque las veces que se negó a trabajar era amenazada y medicada con pastillas que le hacían perder aún más autonomía corporal. En la audiencia, ella pidió emanciparse de su padre, quien por ejercer la labor de cuidado recibe mensualmente $16.000 dólares, mientras que ella solo tiene acceso a $6.000 dólares mensuales del dinero que ha trabajado durante toda su vida.

En la audiencia, la princesa del pop hizo referencia a que no se sentía escuchada ni tomada en serio por la corte y que esperaba que esta vez pudieran notar lo contradictorio que puede ser, que alguien trabaje durante más de 10 horas diarias, tenga una empresa que da empleo a otras personas y mantenga económicamente a su exesposo, y al resto de su familia, pero no pueda ser autónoma para decidir sobre su dinero, los métodos anticonceptivos que utiliza y las personas que frecuenta.

El movimiento #FreeBritney continúa protestando para que la tragedia que vive la diva del pop no quede en el olvido. Una mujer que ha logrado crear una fortuna de más de 60 millones de dólares debería poder elegir dónde, cómo y con quién desea gastarla. Los episodios de quiebre que ha tenido Britney han sido producto de una sociedad que le exige perfección a una mujer, mientras la abusa y humilla públicamente, desde el movimiento #YoDigoNoMás esperamos que sus fanáticos puedan alzar la voz y que ella recupere su libertad.

Tu puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de victimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.

Encuentra las múltiples opciones que tenemos para unirse al movimiento y hacer que tu voz se escuche