El enemigo en casa: el abuso sexual ocurre en el hogar

El enemigo en casa: el abuso sexual ocurre en el hogar

El abuso sexual y la violencia son un problema crítico en todo el mundo, pero aún más crítico es saber que la gran mayoría de los abusos ocurren en casa y son perpetrados por un miembro de la misma familia; es preocupante que las víctimas no se puedan sentir seguras en sus propios hogares, con las personas a quienes les deberían tener más confianza.

Desde hace años se reportaba que el 70% de los casos reportados de abuso se cometían en casa; recientemente se ha confirmado que de los casos que presentan denuncia, el 30% tiene como perpetradores a padrastros o abuelos, el 13% a tíos, el 11% a padres biológicos, el 10% a primos y el 3% a hermanos. (El Universo, 2021)

En México se registran de acuerdo con La Jornada más de 4.5 millones de víctimas infantiles al año. Y lo que es peor, es que la enorme cifra es aún poco realista, ya que el porcentaje de abusos que se denuncian es muy bajo y no se acerca a las estadísticas reales.

La mayor parte del abuso sexual se registra en niñas, niños y mujeres, y son mayormente perpetrados por hombres adultos. En el año 2020 en Latinoamérica, el porcentaje de mujeres que reportó haber sido sometida a relaciones sexuales forzosas por parte de su pareja fue desde el 5% hasta el 47% dependiendo el país, pero esos números han subido exponencialmente desde que inició la cuarentena.

Para muchas mujeres, hombres, niñas y niños, el peligro estaba más dentro de sus casas que fuera de ellas. En el estudio “Violentadas en cuarentena”, realizado por la plataforma digital Distintas Latitudes, se reportó que, desde el inicio de la pandemia, en los primeros 11 días de cuarentena, se registró en Argentina un aumento del 39% de las llamadas a las autoridades por abuso y violencia intrafamiliar; en Chile el aumento fue del 70%. (Connectas.org, 2020)

En muchos países latinoamericanos se da que, además de la carga psicológica que puede llegar a ser el denunciar un abuso, mucha gente se frena de hacerlo por el conocimiento de que hay probabilidades de que el agresor quede impune o de que no se realice ni siquiera un juicio, ya que el país no siempre tiene o destina los recursos necesarios para manejar el tema de los abusos sexuales.

Este problema, así como la vergüenza de denunciar y otros conflictos emocionales que el abuso sexual conlleva se pueden enfrentar poco a poco si quienes han vivido esta situación se suman a movimientos que escuchen sus voces y cuenten su historia. Las organizaciones que promueven este tipo de movimientos se encargan de hacer cada vez más ruido, para que los gobiernos escuchen, para que las leyes mejoren, para que el sistema apoye a las víctimas.

#YoDigoNoMás apoya a las personas que han pasado o están pasando por este tipo de traumas, con la misión de alzar la voz de miles de personas en un solo grito en contra del abuso.

El abuso es un problema alrededor de todo el mundo y en personas de distintas edades y géneros, pero es inaceptable que la mayoría de los casos sucedan en espacios que deberían ser seguros y de confianza. Por esto es de suma relevancia que, en la medida de lo posible, tomemos parte en los movimientos que se están llevando a cabo, que animemos a denunciar, que hagamos nuestra contribución por pequeña que se sienta. Toda ayuda es bienvenida para quienes sufren de esta situación, ya que necesitan todo el apoyo tanto psicológico como de parte de la sociedad para salir adelante.

Tu puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de victimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.

Encuentra las múltiples opciones que tenemos para unirse al movimiento y hacer que tu voz se escuche.