El abuso sexual en varones
El tema del abuso o las agresiones sexuales a varones, ya sean adultos o niños, siempre ha tenido mucho tabú y muchas construcciones sociales a su alrededor. Sobre todo en América Latina (si no es que en todo el mundo en general), se tiene la falsa creencia de que los hombres no pueden ser violados o agredidos sexualmente; en parte por la idea de que ellos constantemente piensan en encuentros sexuales y nunca rechazarían uno, y en parte porque en nuestra sociedad, no se les permite quejarse ni expresar deseo de ser ayudados.
Además de las ya complicadas restricciones emocionales que como sociedad les hemos inculcado a los hombres y que les frenan de poder denunciar o compartir sus experiencias, existen los mitos de que el abuso sexual en los hombres causa homosexualidad o de que la víctima se convertirá ahora en un perpetrador.
Todas estas ideas aunadas a que la problemática es “inexistente a los ojos de la sociedad” (Gil, 2014) causan que no podamos tener cifras reales sobre la cantidad de varones que han sufrido de abuso sexual. Según el INE mexicano, solo en el año 2019 hay 537 delitos registrados por varones contra la libertad e indemnidad sexuales. Esos son solo los casos que lograron denunciar. Un estudio realizado por el gobierno británico en el año 2014 revela que alrededor de 12% del total de las agresiones registradas a nivel mundial tenía como víctimas a varones. Pero de nuevo, eso fue hace casi siete años. (Gil, 2014)
Otro estudio realizado en la capital mexicana hecho en estudiantes de secundaria y preparatoria, reportó que el 9.9% de los estudiantes varones sufren o han sufrido de abuso sexual. Consideremos que solo el 20% de las mujeres logra denunciar; imaginemos entonces el porcentaje de los hombres que logra alzar la voz. (INPRFM, IAPA, 2013)
Los varones sufren de los mismos síntomas que las mujeres después de un abuso sexual, y necesitan el mismo apoyo psicológico y social, por lo que es preocupante que las cifras de quienes logran compartir sus experiencias sean tan bajas (sobre todo considerando que las cifras de perpetraciones de abusos han ido en aumento en los últimos años). Para contrarrestar esta situación hay diferentes maneras de contribuir, desde el nivel personal en el que podemos brindar nuestro apoyo siendo parte o contribuyendo a organizaciones que se dediquen a proveer ese apoyo, hasta nivel organizacional y gubernamental.
Existen organizaciones y movimientos importantes como #YoDigoNoMás que se dedican precisamente a ayudar a las personas (ya sea niños, niñas o adultos) que han sufrido de abuso a encontrar su voz y a mostrarles los beneficios de compartir su historia. Si te interesa contribuir a este movimiento puedes visitar el sitio https://yodigonomas.com/
En general, las víctimas tienen muchas complicaciones desde emocionales hasta legales al momento de denunciar, pero es importante recalcar que cada vez hay más leyes que protegen a quienes han sufrido de abuso. Este último aspecto les da más confianza a las víctimas para poder compartir su situación, y entre más organizaciones haya y más personas dejemos de juzgar y entendamos la importancia de escuchar y apoyar, las cifras serán cada vez más exactas y, esperemos, menores.
Las agresiones sexuales, sin importar quién sea la víctima, son una violación grave a los derechos humanos y a la calidad de vida de la víctima. Tanto hombres como mujeres tienen complicaciones posteriores al abuso que no tendrían por qué padecer. Lo importante es apoyar a la víctima, hacerle ver que él o ella nunca tiene la culpa, y que sin importar su edad o si es hombre o mujer, puede alzar su voz para ser escuchado o escuchada e inspirar a otros a que se unan también.
Tu puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de victimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.
Encuentra las múltiples opciones que tenemos para unirse al movimiento y hacer que tu voz se escuche.