Desde los 4 años Jonathan Ojeda fue víctima de abuso sexual por parte de integrantes de su familia
A la edad de cuatro años, Jonathan Ojeda tuvo la difícil experiencia de convertirse en víctima de abuso sexual, y aunque esta experiencia siempre es traumática y dolorosa, en el caso de Jonathan lo fue más, pues la persona que lo agredió fue su propia madre. Esto marcó su vida para siempre y aunque decidió no quedarse en el papel de víctima, aún hoy trabaja en la sanación de las heridas del abuso sexual que ha atravesado diversas generaciones de su familia.
A muy temprana edad, Jonathan, llegó con su familia a Estados Unidos, proveniente de Perú. Por años, él vivió en la casa de su abuela junto con su madre, su hermano y algunos de sus tíos. Él y su hermano nunca tuvieron claridad sobre las circunstancias en que llegaron al mundo y, por lo tanto, nunca conocieron a su padre.
A los 4 años y medio cuando Jonathan estaba en el regazo de su madre y jugaban como si diera un paseo a caballo. El recuerda que ella se aferró a él e intentaba frotarlo contra ella. En ese punto fue donde inició todo.
Este tipo de eventos siguieron repitiéndose en la vida de Jonathan. Recuerda, incluso, cuando tenía entre 4 y 5 años tenerla encima de él y no poder moverse. Todo esto causó mucha confusión en él, pues la persona responsable de protegerlo era justamente quien le estaba haciendo todo esto. Para Jonathan siempre fue claro que en su hogar no tenía una persona que le brindara protección.
Este evento tuvo un gran impacto en la vida de Jonathan, por muchos años, él tuvo pesadillas recurrentes en las que no podía moverse, quería despertarse y no podía, simplemente se congelaba.
No solo fue su madre
Cuando tenía 5 años, Jonathan recuerda que un fin de semana uno de sus tíos tenía invitados y les pidió a él y a su hermano ir a la sala donde estaban quienes presumiblemente serían sus amigos. Allí varios hombres los rodearon y, por su edad y tamaño, ellos los percibían como gigantes.
Tras intentar correr hacia la habitación, Jonathan recibió golpes y fue sacado de allí y hasta ahí llegan sus recuerdos. Posteriormente, él estaría en una sala de emergencias con trauma en la zona anal. Esta fue la segunda vez que un integrante de su familia perpetró abuso sexual contra él.
En el sistema de hogares sustitutos
Durante años, su abuela, quien era la cabeza del hogar, sintió resentimiento hacia Jonathan y su hermano porque representaban bocas de más que debía alimentar. En su adolescencia, cuando tenía entre 14 y 15 años, Jonathan vio en una película la historia de un niño abusado antes de tener una cita médica. Él logró entender lo que le había pasado y le contó su historia a la doctora, quien dio aviso a las autoridades.
Él le pidió que no le fuera a pasar nada a su madre, pues pese a que ella fue la perpetradora de su abuso sexual, él la amaba y era consciente de que muchos de los malos tratos que él y su hermano recibían por parte de ella, eran motivados por su abuela. Así mismo, su abuela con frecuencia ejercía abuso emocional contra ellos, lo cual llevó a que Jonathan se convirtiera en una persona tímida, temerosa y con baja autoestima.
Una vez fue ingresado al sistema de hogares sustitutos, tuvo que lidiar con un nuevo ataque. Otros niños de ese hogar, le realizaron una iniciación y le dieron una fuerte golpiza. En ese momento él fue consciente de que nadie lo protegería, que solo se tenía a sí mismo. Con el tiempo, estos niños, que compartían con él experiencias adversas, se convirtieron en su familia.
De generación en generación
Si bien el abuso sexual no es justificable bajo ninguna circunstancia, Jonathan pudo identificar algo que fue determinante para que su madre cometiera este abuso con él. Y es que además de sufrir retraso mental leve, la madre de Jonathan fue, también, víctima de abuso por parte de su padre y sus hermanos.
Resulta inexplicable que una madre pueda convertir a su propio hijo en víctima de abuso sexual. No obstante, cuando en las familias se presentan situaciones de abuso sexual no afrontadas, estas conductas suelen pasar de una generación a otra hasta que finalmente algún integrante de la familia logre romper las cadenas del abuso. En la familia de Jonathan su madre fue víctima de abuso sexual, él lo fue y, desafortunadamente su hija también.
Recupera tu poder
En la actualidad, tras superar diversas formas y experiencias de abuso, Jonathan es un hombre exitoso, formó su propio hogar y tiene cuatro hijos. El hecho de no haber conocido a su padre, lo motiva cada día a ser el mejor padre para sus pequeños. Él decidió que les brindaría a sus hijos todo aquello que él no recibió en su infancia.
Y fue justamente por sus hijos que Jonathan decidió compartir su historia e invitar a quienes han pasado por la misma experiencia que él a recuperar su poder, a recuperar el control de su vida, a alzar su voz.
En el Movimiento #YoDigoNoMas trabajamos cada día para generar conciencia y educación en torno a la prevención del abuso sexual y para frenar esta pandemia silenciosa. Si quieres encontrar herramientas y recursos para informarte sobre el tema, te invitamos a conocer más sobre nuestro Movimiento y a sumarte a nuestra causa.
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