Al día más de 515 niños cruzan la frontera sin acompañante con la esperanza de tener un futuro más prometedor en Estados Unidos según cifras de Telemundo, pero al ingresar en el país son llevados a instalaciones de la patrulla fronteriza o a centros de albergue dispuestos por el Gobierno Federal y el Departamento de Salud y Derechos Humanos. Hasta que la situación migratoria de los menores pueda ser resuelta son custodiados por funcionarios del gobierno y voluntarios de los albergues.

Denuncias por abuso a menores migrantes

En abril del presente año Greg Abbott Gobernador de Texas indicó que algunos ciudadanos habían alertado sobre los malos tratos, escaces de comida y abuso sexual que se presentaban contra los niños al interior de estos centros, e inmediatamente hizo pública la denuncia para que el gobierno se hiciera cargo de las acusaciones. Por su parte Rebeca Clay-Flores comisionada del condado Bexar indicó que no habían pruebas para demostrar la falta de comida y los malos tratos en los albergues, pero afirmó que los delitos de abuso sexual si debían ser investigados para que las posibles víctimas tuvieran un proceso digno.

Pruebas que implican a los albergues 

La cadena NBC expuso una serie de audios en los que supuestos funcionarios hablaban sobre conductas sexuales inapropiadas del personal con los menores migrantes que se encontraban a la espera de reunirse con sus familias. Sumado a estas pruebas Arthur Pearlstein y Lauren Reinhold trabajadores federales, denunciaron las anormalidades presentes en los albergues frente al evidente hacinamiento, en el relato afirmaron que las camas no tenían divisiones y estaban separadas por 18 pulgadas entre cada una, lo cual hacía muy difícil el acompañamiento de los profesionales a los niños en ese angustiante proceso. 

Cifras que demuestran la magnitud del problema

Desde el 2014 hasta el 2018 el Departamento de Justicia recibió 1.303 denuncias de abuso sexual sobre menores no acompañados y durante una audiencia del Comité Judicial de la Cámara de Representantes el congresista demócrata Ted Deutch señaló que al menos 154 de las denuncias presentadas eran en contra de trabajadores de las propias instalaciones, esta información fue presentada en un artículo de la BBC. 

Estas cifras alarmantes y los numerosos escándalos de los albergues hicieron que la población disminuyera mes a mes, pero aún no se tiene claridad del proceso que realizaron con los niños que abandonaron el lugar. En Fort Bliss un albergue de El Paso Texas, para el mes de julio habían 790 niños varones, en junio eran 2000 menores y el mes anterior había 4800 niños según cifras suministradas por Univisión Noticias. Fort Bliss fue el mismo lugar que denunciaron Arthur Pearlstein y Lauren Reinhold meses atrás.

Los niños que se encuentran en esos lugares están lejos de su hogar, hacinados, solos y en un país extranjero, por eso resulta doloroso comprender que también se han visto sometidos a tratos poco dignos y posibles casos de abuso sexual y violación. La justicia Estadounidense está prestando atención a esta situación para evitar que el problema afecte a muchos más. 

Xavier Becerra Secretario de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos, se pronunció ante esta situación y dijo a la cadena NBC “Trabajamos constantemente para mejorar las condiciones y los servicios necesarios para cuidar a los niños en estos entornos de refugio desafiantes” sin dejar de resaltar que era muy importante hacer seguimiento a cada una de las denuncias que surgieron porque se las tomaban muy en serio. Sin importar el estatus migratorio estos niños tienen derecho a alzar su voz y a denunciar a los abusadores sexuales. Hablar es el primer paso para sanar, guardar silencio sólo profundiza las heridas emocionales en el afectado. 

Juntos podemos erradicar la pandemia del abuso sexual y ayudar a que estos casos no queden en la impunidad. Si tienes una historia por contar no dudes en compartirla con el movimiento #YoDigoNoMas, alzar la voz permite romper las cadenas del abuso que nos atan.

Tú puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de víctimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.

Encuentra las múltiples opciones que tenemos para sumarse al movimiento y hacer que tu voz se escuche