Con el perdón, Maribel mejoró su relación consigo misma
Durante muchos años, Maribel Padilla experimentó relaciones tóxicas en las que sus parejas reafirmaban el bajo concepto que tenía de sí misma. Ella sentía que no valía nada y así la hacían sentir sus parejas, era un ciclo que no podía romper y no lograba entender el porqué. Sin embargo, solo con el perdón a sí misma y al empezar a acudir a terapia, las cosas empezaron a cambiar y, lo más importante, mejoró la relación consigo misma.
A muy temprana edad, Maribel fue víctima de abuso sexual. Aunque siempre supo que no estaba bien lo que le ocurría, su mente de niña no lograba interpretar lo que sucedía y, por miedo al castigo que pudieran darle sus padres, siempre permaneció en silencio, lo cual, muchos años después, aún tiene repercusiones en su vida.
Aunque todavía tiene muchas cosas por trabajar y personas por perdonar, Maribel siente que ha logrado perdonarse a sí misma por aquellas cosas que no han sido su responsabilidad y se ha responsabilizado por aquellas que sí, además pidió perdón a sus hijos y empezó a entenderse mejor como persona y a tener una relación más saludable con ella misma.
¿Qué hiciste para merecértelo?
Desde sus primeros recuerdos, entre los 2 y los 4 años, y hasta los 9 años, Maribel fue abusada sexualmente por su tío y pese a tener la certeza de que lo que estaba viviendo no era algo bueno, ella decidió guardar silencio. Recuerda muy bien que cuando sus profesores le hacían un llamado de atención por algo, su madre solía preguntarle: ¿Qué hiciste para merecértelo? Por esta razón, hablar no era una opción.
“Comencé a pensar, de alguna manera yo soy responsable, yo provoco esto y, como niña en una familia religiosa, yo entendía que algo en mí era malo y era mi culpa, entonces eso me asustaba mucho”, indicó Maribel.
Incluso el momento de su Primera Comunión se vio opacado por ese sentimiento de culpa. Ella sentía que era mala y que, sin duda, se iría al infierno por sus actos. “Yo sabía que yo era una niña mala y no sabía cómo decirle eso al padre, y aprendiendo de religión y del infierno, yo decía me voy a quemar en el infierno para siempre” aseveró.
El temor y la culpa constantemente estaban presentes en su vida y es que siempre le enseñaron a respetar la autoridad y a los adultos, pero nunca le enseñaron que los adultos pueden hacer cosas malas también.
Cuando te roban la inocencia…
El trauma empezó a hacer que Maribel actuara por impulso y aunque se preguntaba por qué, no lograba controlar sus actos y todas las emociones negativas se fueron esparciendo en todos los aspectos de su vida. Y es que eso es lo que ocurre cuando te roban la inocencia.
Aunque ella tuvo la oportunidad de hablarle a su niña interior, pedirle perdón por lo que le pasó, por el trato que le dio su familia y por haberla dejado desprotegida, confiesa que aún le molesta mucho que a veces se pretenda que los niñxs no son seres humanos completos y que se pueda hacer de cuenta que una experiencia tan dolorosa nunca ocurrió.
Finalmente, Maribel aprovechó para compartir un mensaje con aquellos niñxs que están viviendo el mismo infierno que ella: “No es tu culpa, no eres una persona mala. Te han fallado los adultos. Busca una persona en la que puedas confiar y habla. Porque en el silencio está la complicidad”.
Rompe el silencio
¿Sabías que el 80 % de los casos de abuso sexual a niñxs ocurre dentro del hogar? Si te sientes en riesgo y no encuentras paz ni al interior de tu hogar, busca un adulto de confianza que pueda escucharte, creerte y apoyarte. No cargues más con tanto dolor y rompe el silencio.
No olvides que el Movimiento #YoDigoNoMas está ahí para apoyar a los sobrevivientes de abuso sexual. Si estás listx, cuéntanos tu historia; si quieres ayudar, súmate y si quieres ver el episodio completo, haz clic aquí.