Complicidad de las Universidades de Estados Unidos en los casos de abuso sexual

Complicidad de las Universidades de Estados Unidos en los casos de abuso sexual

En las universidades de Estados Unidos, los estudiantes están alzando su voz. El abuso sexual invisibilizado por años ha salido a la luz, los casos tienen cada vez más difusión y adquieren mayor fuerza. Durante el último año, las instituciones han llegado a acuerdos económicos que rondan los 1100 millones de dólares, una cifra histórica para la compensación de las víctimas.

Estudios para reconocer el abuso sexual

En 2015, durante la presidencia de Obama, La Casa Blanca decidió realizar un estudio sobre la violencia sexual presente en las universidades del país. Los hallazgos reflejaron el preocupante panorama que enfrentaba Estados Unidos, 1 de cada 5 mujeres había sufrido abuso sexual durante su paso por la universidad, es decir, el 20% de la población femenina estaba en riesgo, con el agravante de que las instituciones no tenían rutas claras para denunciar.

En dos prestigiosas universidades, se denunciaron los casos más alarmantes, revelados hasta ahora. Los sobrevivientes han llamado “Cultura de la protección del abuso sexual” a la negligencia que expresaron las instituciones ante las denuncias contra los abusadores. Ahora son los sobrevivientes quienes decidieron unirse para no permitir que sus voces sean acalladas nunca más.

La Universidad de Michigan y los casos de complicidad

La universidad de Michigan fue una de las más salpicadas, dos de sus médicos de planta fueron acusados por abusar sexualmente de un centenar de personas. Richard Anderson, quien falleció en 2008, fue médico en la universidad durante 30 años y en 2021 se conocieron denuncias que interpusieron los integrantes del equipo de fútbol y de lucha libre en su contra. Los sobrevivientes afirmaron que los entrenadores tenían pleno conocimiento sobre los chequeos inusuales que realizaba el doctor Anderson, de hecho los amenazaban con enviarlos a una revisión profunda con el doctor “anal” como le llamaban, si no estaban trabajando lo suficiente.

Estos relatos muestran la complicidad que existió por parte de la institucionalidad con las prácticas aberrantes que ejercía el doctor. Muchas veces los sobrevivientes intentaron denunciar, pero sus intentos eran desestimados por los entrenadores, quienes los hacían sentir débiles e insistían en que debían endurecer sus actitudes.

Este año, al ver la cantidad de denuncias póstumas hacia Anderson, la Universidad de Michigan contrató un bufete de abogados para investigar el caso y encontraron veracidad en los relatos de los hombres que fueron abusados, pero las víctimas aseguran que esa acción es insuficiente ante el dolor que padecieron.

La disposición para esclarecer el caso Anderson por parte de la universidad tal vez ha estado influenciada por el escándalo mediático que se produjo en el 2018 con el médico de la Federación Deportiva Estadounidense para la Gimnasia, Larry Nassar, a su vez egresado de la Universidad de Michigan. Fue llevado a juicio en el 2018 y condenado a 175 años de prisión por el abuso sexual de al rededor de 300 mujeres, que para el momento de los hechos podrían tener menos de 12 años.

No permitían a las víctimas denunciar

Una de las madres, al enterarse de que su hija estaba siendo víctima de abuso sexual por parte de Nassar, decidió denunciar ante las directivas de la federación y ellos afirmaron que se encargarían de dar el seguimiento y sancionar apropiadamente al médico, en un momento ella expresó su intención de notificar a la policía, pero ellos le dijeron que podían escalar el caso desde adentro, que no era necesario.

Las denuncias oficiales contra Larry existían desde 2015, pero fue solo hasta 2018 que las sobrevivientes decidieron unirse en una voz y demandar entre todas al pederasta, que continuaba teniendo contacto y acceso físico a todas las niñas de la Federación de Gimnasia. En el juicio, 150 testimonios de las víctimas fueron escuchados por el abusador, cada una pudo narrar las atrocidades que él les hacía incluso cuando sus madres estaban en la misma habitación.

Nassar pidió no escuchar a las víctimas por su salud mental, pero la implacable jueza le recordó que él no tuvo compasión con las niñas a las que les arruinó la vida, y que su labor era ser jueza más no terapeuta. Entre los testimonios hablaron los familiares de una de las niñas que se suicidó luego del abuso al que fue sometida por Nassar.

Otras instituciones que fueron cómplices del abuso

Al igual que en el caso de Anderson, se presume que la Universidad de Michigan expuso a las niñas a ser víctimas de un pederasta por su negligencia y protección al abusador. En este caso, también se reveló la complicidad de La Federación de Gimnasia y otras organizaciones que tenían que ver con la gimnasia artística. En un intento por resarcir el daño y compensar a las víctimas, la universidad de Michigan otorgó 500 millones de dólares a las 300 mujeres que padecieron la tragedia de estar expuestas a un pederasta calculador y manipulador como Larry Nassar.

Recientemente tuvo lugar otro proceso en que se encuentra implicada una institución educativa. La Universidad del Sur de California permitió al ginecólogo George Tyndall retirarse discretamente, luego de que se hicieran públicos los abusos sistemáticos que este hombre le ocasionó a 700 mujeres durante 30 años. La institución permitió que este hombre continuara ejerciendo su labor en total impunidad a pesar de las quejas y denuncias.

Pero las sobrevivientes, en un acto de valentía como en los casos anteriores, denunciaron de manera masiva y la universidad tuvo que acordar un pago por 852 millones de dólares en compensación por su complicidad.

Estas historias permiten visibilizar el problema del abuso sexual como un asunto sistemático en el que las instituciones prefieren respaldar su prestigio antes de enfrentar y acompañar a las víctimas. Por otra parte, conocer estos casos genera esperanza para continuar impulsando a los sobrevivientes a contar su historia porque cuando las voces de las víctimas se unen adquieren fuerza y las instituciones están obligadas a escuchar. El movimiento #YoDigoNoMás respalda las causas que promueven la sanación de las víctimas, si quieres apoyar a los sobrevivientes a que tengan un acompañamiento psicoterapéutico, puedes sumarte a las acciones que implementamos constantemente.

Tu puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de victimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.

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