¿Cómo saber si tienes dismorfia corporal?

¿Cómo saber si tienes dismorfia corporal?

¿Sabes qué es la dismorfia corporal? A veces cuando estamos frente al espejo solemos percibir fácilmente defectos en nuestra apariencia que buscamos resolver con un poco de maquillaje, con algún accesorio o cambiándonos el peinado por ejemplo. Sin embargo, cuando las personas se centran solo en los defectos en su apariencia, se obsesionan con ellos y empiezan a ver afectadas sus relaciones sociales y la forma en que se desenvuelven en su vida cotidiana por este motivo, podría tratarse del trastorno dismórfico corporal (TDC).

Y es que buscar permanentemente la perfección estética nos puede llevar a tener una percepción distorsionada de la imagen propia y como resultado es posible que toda la atención esté centrada en la apariencia personal y en buscar la tranquilidad por medio de actividades repetitivas como mirarse al espejo, realizarse diversos procedimientos cosméticos y asearse.

Con frecuencia las características físicas en las que más se enfoca la atención al padecer dismorfia corporal son:

  • Rostro: nariz, cutis, arrugas, acné, entre otras.
  • Cabello: apariencia, debilitamiento, calvicie.
  • Mamas: tamaño.
  • Músculos: tamaño y tono.
  • Genitales.

Este trastorno afecta tanto a hombres como mujeres y suele pasar inadvertido. Si sientes que puedes estar padeciéndolo, es importante que lo identifiques oportunamente e inicies un tratamiento.

Identifica los signos y síntomas

Conoce a continuación algunos signos y síntomas que pueden indicarte que padeces dismorfia corporal:

  • Extremada preocupación por un defecto percibido en la apariencia que pasa inadvertido para otras personas.
  • Convencimiento de tener un defecto en la apariencia que te hace feo o deforme.
  • Tener la percepción de que los demás prestan especial atención a tu apariencia de manera negativa.
  • Usar el estilo, el maquillaje o la ropa para intentar ocultar los defectos percibidos.
  • Comparar frecuentemente la apariencia propia con la de los demás.
  • Buscar permanentemente la aprobación de otros con respecto a tu apariencia.
  • Tener tendencias perfeccionistas.
  • Revisar de manera frecuente el aspecto físico frente a un espejo y tener sentimientos de vergüenza, asco, desesperanza, depresión, enfado, ansiedad.
  • Realizar de manera excesiva acciones como: hurgarse la piel, limpiarse, hacer ejercicio, cambiarse de ropa.
  • Para evitar ser vistas, las personas con dismorfia corporal prefieren quedarse en casa o permanecer en soledad.

Si identificas estos signos o síntomas no sientas pena y consulta a un profesional de salud mental para tener un diagnóstico e iniciar un tratamiento en caso de ser necesario. Buscar ayuda no debe causarte vergüenza.

¿Cuáles son las causas de la dismorfia corporal?

Entre los aspectos que se han identificado como causas de la dismorfia corporal se encuentran los siguientes:

Los genes. Este trastorno tiende a ser hereditario.

La serotonina. La escasez de esta sustancia que se encuentra en el cerebro tendría que ver con el origen de este trastorno.

Diferencias cerebrales. Algunos estudios demuestran que algunas partes del cerebro son diferentes y funcionan de una forma diferente en personas que padecen dismorfia corporal.

Ten presente que la dismorfia corporal no es culpa de nadie y es un problema de salud mental que requiere tratamiento.

¿Cómo se diagnostica y se trata la dismorfia corporal?

En caso de identificar signos o síntomas de dismorfia corporal, es importante pedir ayuda a un adulto de confianza y consultar a un profesional de la salud mental con experiencia en este tema, éste podrá determinar si efectivamente padeces este trastorno y cuál puede ser el tratamiento adecuado.

Existen dos formas de tratar la dismorfia corporal:

Terapia cognitivo-conductual. A través de la psicoterapia, es posible ser consciente de lo que se piensa, poner a prueba esas ideas y rebatirlas, de modo tal que, poco a poco, la persona consigue aprender a no centrarse en su aspecto físico para corregirlo.

Medicación. El uso de medicamentos puede ayudar a las personas a sentir menos obsesión y angustia con respecto a su aspecto físico.

En muchos casos se complementan ambas terapias para el tratamiento del trastorno dismórfico corporal.

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