Angélica y sus tres hijas fueron víctimas de abuso sexual. Su padre y abuelo fue el perpetrador

Angélica y sus tres hijas fueron víctimas de abuso sexual. Su padre y abuelo fue el perpetrador

Cuando trabajaba en un programa de televisión en el que hablaba sobre cómo actuar frente al abuso sexual la vida de Angélica y su familia cambió radicalmente. Su hija menor fue víctima de abuso sexual por parte de su abuelo y a partir de este hecho, ella recobró recuerdos de situaciones similares durante su niñez y posteriormente se reveló que sus otras dos hijas también vivieron la misma experiencia y el perpetrador fue el mismo.

Por años, Angélica presumió haber vivido una infancia muy feliz, con unos padres que se llevaban muy bien y en la que ella y sus dos hermanos menores gozaban de los beneficios que les brindaba una posición económica favorable: buenos estudios, atención, vacaciones. Una etapa de su vida de la que conserva recuerdos felices y en la que, en su memoria, todo era perfecto.

No obstante, todo cambiaría cuando la hija de Angélica empezó a tener cambios de comportamiento y se descubrió un patrón de abuso al interior de la familia que además de afectar a Angélica, afectó a sus tres hijas.

La revelación

En 2015, la hija menor de Angélica se mudó a Hermosillo. Una ciudad a pocas horas del lugar de residencia de sus padres, pues allí estaba ubicada la institución en la que se encontraba el programa de artes en el que ella estaba interesada. En ese lugar vivían sus abuelos. ¿Qué mejor lugar para que ella estuviera a salvo?

Pese a caracterizarse por una persona muy tranquila, a sus 16 años, su comportamiento empezó a cambiar e insistía en quererse ir a vivir sola. Una publicación de una imagen en sus redes sociales, sería la señal que encendería las alarmas en su familia. La imagen era de una calavera que abrazaba a una joven con una herida sangrante… Como si la muerte se la llevara.

A raíz de esto y de otros síntomas que presentaba, ella inició una terapia psicológica y como parte de este proceso, sus padres fueron contactados por la psicóloga, quien les dijo que su hija tenía que decirles algo. Ella les reveló que su abuelo, el padre de Angélica, abusaba sexualmente de ella.

“Fue muy doloroso, muy impactante. No sabíamos cómo reaccionar”, indicó Angélica, quien además explica que sin dudarlo ni un momento le brindaron todo el apoyo a su hija frente a esta situación, frente a la cual su hija había callado para evitar una ruptura familiar.

Nunca pasó nada…

Al día siguiente, un cúmulo de recuerdos llegó a la memoria de Angélica. De un lugar secreto de su memoria, emergió una verdad oculta por años: a los once años su papá también abusó sexualmente de ella. Aunque su mamá entró al cuarto cuando su papá estaba encima de Angélica… nunca pasó nada.

Otros recuerdos siguieron emergiendo. Desde que tenía tres años, Angélica fue abusada por su padre. Aunque no recuerda si hubo penetración, sí hubo tocamientos. Adicionalmente, ella recordó que otro miembro de la familia también abusó de ella: fue la hermana de su padre. Pero el dolor sería mayor cuando Angélica y su esposo supieron, también, que sus otras dos hijas vivieron la misma experiencia.

Conociendo lo que le había pasado a sus hijas y con los recuerdos que había recuperado, ella buscó hablar con su padre y, hasta la fecha, él insiste en negarlo. Así mismo, habló con su madre, pero ella dice no recordar nada. Finalmente, Angélica decidió compartir con sus hermanos lo que le pasó a su hija para alertarlos, pero ellos también optaron por negar lo que sucedió.

Un dolor enorme que unió la familia

Estos hechos han causado un dolor profundo en cada uno de los miembros de la familia: Angélica, se siente culpable por no tener presentes estos recuerdos para poder evitar que sus hijas fueran víctimas de abuso sexual.

Por su parte, menciona el dolor que ha tenido que afrontar su esposo al enterarse de un momento a otro que tanto su esposa como sus hijas fueron abusadas. Y, así mismo, sus hijas lidian hoy con fuertes secuelas del abuso sexual como son los trastornos de la conducta alimentaria.

No obstante, el apoyo de su esposo y padre y el amor que se han brindado en este proceso ha mantenido la unión familiar y los ha fortalecido para afrontar esta situación.

Perdonar y romper el silencio para sanar

Para Angélica esta situación ha sido muy difícil de manejar porque aunque ama a sus padres y ha admirado muchos aspectos de su padre, no podía pasar por alto estos hechos que han afectado tan profundamente a sus hijas. Y es enfática en señalar que no juzga a sus padres por la forma en que actuaron, pues es consciente de que ellos deben tener historias difíciles que los llevaron a comportarse de esta manera.

Ella afirma que desde el alma ha perdonado a su padre, y que este es un regalo que le ha permitido liberarse, dejar atrás cargas muy pesadas y poder avanzar en su vida. Y así mismo, señala que con la ayuda adecuada y rompiendo el silencio es posible encontrar paz y salir adelante luego de vivir una experiencia tan dolorosa.

Angélica invita a quienes están sufriendo abuso sexual en este momento y aún no saben qué hacer, para que sean conscientes de que no tienen la culpa de lo que les está sucediendo y que hablen, que busquen apoyo hasta que lo encuentren. Así mismo, invita a quienes tienen su niño interior herido para que busquen ayuda y rompan el silencio y estas lealtades con los ancestros para que estas conductas no se sigan repitiendo.

En el Movimiento #YoDigoNoMas hemos creado un espacio seguro y de confianza para que los sobrevivientes de abuso sexual puedan romper el silencio y liberarse de las cargas emocionales que este trauma genera. Conoce más sobre nuestro Movimiento y súmate a nuestra causa.

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