Abuso sexual dentro de la familia

Abuso sexual dentro de la familia

El núcleo familiar es en muchos países y para muchas organizaciones la unidad más importante de la sociedad, es donde se cría a los niños que serán nuestro futuro, es donde niños y niñas aprenden, tienen sus primeras experiencias de vida que tendrán influencia en ellos el resto de sus vidas, y donde se supone que aprenden lo que es el amor, el cariño, y el respeto. Por eso los abusos sexuales en el seno de la familia afectan a nuestros hijos y a toda la sociedad de la forma en que lo hacen.

El abuso sexual es una experiencia traumática para cualquiera que lo sufra, pero los niños se ven más afectados que nadie. A esas edades, están aprendiendo a confiar en sus familias, saben que dependen de los adultos que les rodean. Cuando esa confianza en las personas que les rodean se rompe, el niño normalmente entra en un proceso psicológico complicado, en el que, muchas veces, se culpa de lo ocurrido, pierde la confianza en su propia familia y su autoestima cae por los suelos.

Poder confiar, tener una autoestima sana y tener confianza en sí mismos son aspectos que se ven comprometidos desde el momento del abuso, y pueden volver a una etapa sana o ir cada día peor dependiendo de cómo reaccione la familia y del apoyo que reciba el niño.

Esto puede ser más complicado de lo que parece, ya que hay niños que no son capaces de contar su historia hasta varios años después. En el caso de que consigan contar su historia, no es raro que las familias (o los padres) no les crean. Esto se debe principalmente a que nos negamos a creer que alguien de nuestro entorno más cercano pueda hacer daño a nuestro hijo, aunque hay casos más desgarradores en los que son los propios padres quienes que perpetran los abusos.

Ya es bastante difícil que la familia le crea y apoye al niño, y muchas veces, el niño se retractará de la denuncia debido a los problemas que está causando en su familia, debido a las amenazas del abusador, u otras mil razones diferentes. La familia la mayoría de las veces se sentirá cómoda con la retractación y no tomará más medidas.

De nuevo, el núcleo familiar es una de las cosas más importantes en la vida de las personas, especialmente en la vida de un niño. Tendrían pocas o ninguna razón para mentir sobre una traición de este tipo por parte de alguien en quien se supone que confían y que se supone que les quiere. En el caso de una ofensa como un abuso sexual, siempre debemos creer a los niños. Siempre. Al menos durante el tiempo en que investiguemos todo lo relacionado con el caso y lo confirmemos o descartemos.

Hay demasiados niños que ya han sido afectados por alguien de su propia familia como para que sigamos negándonos a creerles. Cada año, entre el 70 y el 85% de los casos de abuso sexual se producen dentro de la familia. En 2020, fue el 73% de los casos. De los 1000 millones de niños que fueron abusados y/o abandonados en ese año, el 73% representaría 730 millones de niños abusados por alguien en sus familias. (OMS, 2020)

Esa experiencia traumática que apenas pueden contar a los demás tiñe y marca todos los aspectos de su vida, se sienten solos, culpables, avergonzados y doloridos. Y la forma más rápida de sanar es compartir su historia.

En el movimiento #YoDigoNoMás queremos crear el mayor espacio seguro para todas las personas que han sufrido abusos sexuales. Así podrán saber que tienen una familia en la que pueden confiar, y podrán unirse a nuestras voces para decir No Más.

Tu puedes hacer parte del cambio, súmate a este movimiento en nombre propio o de cientos de victimas que no han logrado encontrar su voz para pronunciarse en contra de este flagelo.

Encuentra las múltiples opciones que tenemos para unirse al movimiento y hacer que tu voz se escuche