Los casos de abuso de sexual contra niñas, niños y adolescentes han alcanzado cifras cada vez más preocupantes en el mundo entero. Son muchas las organizaciones que, durante los últimos años, se han encargado de denunciar este tipo de delitos para contribuir con la disminución de los índices de violencia infantil, evitando nuevas víctimas.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, conocida por las siglas OMS, 1 de cada 5 niñas a nivel mundial han sido víctimas de abuso antes de cumplir los 18 años de edad, mientras que en el caso de los varones, los datos demuestran que 1 de cada 13 ha sufrido un episodio similar.

Lo más preocupante es que estas cifras únicamente muestran los casos que han sido reportados ante las autoridades. La mayoría de los casos de abuso sexual infantil ocurren en el hogar, un ambiente en el que el niño debe sentirse protegido. Estos casos suelen mantenerse en silencio por parte de la víctima, debido a la vergüenza que pueda sentir, o incluso por amenazas de parte del acosador.

Por esta razón, es importante que los adultos estén atentos a ciertas señales o ‘red flags’ que pueden indicar que un menor esté sufriendo de algún caso de abuso sexual, para que así se pueda actuar rápidamente y denunciar la situación ante las autoridades competentes.

¿Cuáles son las ‘red flags’ que pueden indicar un posible caso de abuso sexual infantil?

Cuando un niño, niña o adolescente sufre de algún tipo de acoso o abuso que pueda estar atentando contra su integridad física, esto puede notarse fácilmente a través de ciertas conductas y señales corporales a las que se debe estar 100% alerta.

El detectar un caso de abuso infantil a tiempo, puede hacer que se haga justicia en el caso y evitar que el daño psicológico y físico que esté sufriendo el menor siga empeorando. Estas son las 3 red flags que te ayudarán a identificar si un menor está siendo abusado:

Señales físicas en el cuerpo del menor de edad

Los indicios de abuso en un menor pueden manifestarse rápidamente en su cuerpo, a través de diferentes formas y cambios anormales que podrían indicar que algo no está bien. Algunas de estas señales pueden ser las siguientes:

• Dolor al sentarse o cambios en la forma de caminar.
• Lesiones en las áreas genitales del menor.
• Cambios repentinos en el apetito.
• Pérdida del sueño y déficit de atención.

Además, también pueden aparecer alteraciones que pueden causar deseos inusuales en el menor, como por ejemplo impulsos por hacer daño o, en algunos casos, deseos suicidas.

Cambios en la forma de actuar del niño

La conducta del menor y su forma de relacionarse con su entono social también se puede ver afectada gravemente al sufrir de algún tipo de abuso sexual. Algunas de las red flags en este caso pueden ser las siguientes:

• Conductas agresivas e indiferentes en el hogar y con sus familiares.
• Manifiestos de temor hacia una persona en específico.
• Llantos o cambios de humor repentinos al separarse de la figura que el menor sienta como protector.

Esta señal de un caso de abuso también puede notarse cuando los niños demuestran un miedo a desvestirse o que se les toque el cuerpo al momento de bañarlos.

Conductas inusuales e hipersexualizadas

En muchas ocasiones, los menores de edad que son abusados, al no saber distinguir entre lo inapropiado de este tipo de hechos, suelen manifestar conductas hipersexualizadas ante cualquier tipo de persona. Algunas de estas pueden ser las siguientes:

• Erotización que excede la curiosidad por los genitales propia de las edades tempranas.
• Uso de palabras impropias del lenguaje de un niño de su edad.
• Dibujos que llamen la atención por su contenido.

Cada una de estas señales pueden indicar que el menor posiblemente esté siendo víctima de un caso de abuso sexual, por lo que pueden ser un claro signo de alerta para las personas que sean responsables de su cuidado, y así poder actuar lo más pronto posible para frenar la situación.

¿Cómo buscar ayuda ante un caso de abuso sexual infantil?

Uno de los temas más complicados para los padres, o para las personas que estén al cuidado del niño, es cómo pueden abordar al menor para determinar si realmente estás sufriendo de algún tipo de abuso que haya influido en los cambios físicos y de conducta repentinos que el niño esté manifestando. 

En estos casos es indispensable contar con la ayuda de un profesional en casos de abuso sexual, quien pueda conversar de una forma adecuada con el menor de edad y determinar la forma adecuada para actuar ante la situación, en caso de que el menor sí esté sufriendo de abuso.

Recuerda que en el movimiento #YoDigoNoMas puedes encontrar toda la asistencia que necesites para actuar ante un caso de violencia a menores. Sé parte del cambio y súmate a este movimiento. Alcemos la voz y luchemos juntos contra el abuso sexual infantil.